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miércoles, 6 de junio de 2012
Colombia registra el mayor número de sindicalistas asesinados en 2011
La Confederación Sindical Internacional (CSI) divulgó un informe este miércoles en el que precisa que al menos 76 personas fueron asesinadas en el mundo por realizar actividades sindicales en 2011 y destaca que 29 homicidios se registraron en Colombia.
La coordinadora del texto sobre violaciones de los derechos sindicales de la CSI, Sara Hammerton, señaló que con 56 sindicalistas asesinados el año pasado Latinoamerica es “región más peligrosa para los líderes de los trabajadores”.
Hammerton agregó que 29 muertes ocurrieron en Colombia y otras 10 en Guatemala, con respecto a 76 asesinatos de sindicalistas registradas en todo el mundo el año pasado.
Acotó que en 2011 se reconoció por primera vez la responsabilidad del Estado colombiano, a través de un fallo judicial, en la muerte de un sindicalista, hecho ocurrido en 2004.
En tal sentido, Sara Hammerton subrayó que los homicidios son extremadamente grave y recordó que 184 fueron los líderes sindicales asesinados en el país suramericano en 2001.
Resaltó que el segundo caso latinoamericano que más preocupa a la Confederación Sindical Internacional es el de Guatemala, que “sigue a Colombia de cerca y se convierte también en un país muy peligroso para los sindicalistas”.
“Cuando hay un sindicalista que es asesinado no hay ninguna investigación para encontrar al responsable y determinar cómo ocurrió. Este es un gran problema en Guatemala”, manifestó la coordinadora del informe.
Por su parte, la secretaria general de la CSI, Sharan Burrow, indicó que el grupo más vulnerable de trabajadores lo constituyen cerca de 100 millones de trabajadores y trabajadoras que apenas conocen sus derechos y no disponen de ningún medio para defenderlos.
De acuerdo con un reciente estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Colombia es uno de las naciones con peores índices tanto de libertad sindical, como de derechos laborales.
Realizadores de la investigación contabilizaron más de 2.800 homicidios de sindicalistas y trabajadores sindicalizados entre 1984 y 2011.
Librered
miércoles, 14 de marzo de 2012
2.800 sindicalistas han sido asesinados en Colombia desde 1984
El sindicalismo en Colombia es algo que puede salir muy caro a los que se atreven a ejercerlo. Los asesinatos, las desapariciones forzadas y las amenazas son el escenario cotidiano de los dirigentes sindicales en el país, con unas prácticas que se prolongan ya durante décadas.
Aunque las cifras han disminuido en los últimos años, en 2010, el año con menos casos de muertes de sindicalistas, han sido treinta los asesinatos.
Un informe coordinado por la Oficina del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) en Colombia ha vuelto a colocar en la agenda mediática este continuo drama, normalmente demasiado silencioso.
El estudio recoge información desde 1984 hasta la actualidad. Las cifras son escalofriantes. 2.800 dirigentes sindicales han sido asesinados, lo que supone una media de 100 al año, y el 94,4% de los crímenes permanecen impunes. La Oficina ha registrado también 216 desapariciones forzadas, 83 casos de torturas y 163 secuestros de sindicalistas.
El coordinador principal del informe, Carlos Miguel Ortiz, ha señalado que, aunque en el informe señalan que desde 2003 han disminuido los asesinatos, se ha registrado un incremento de amenazas a los dirigentes y sindicalistas en el país.
“En estos últimos años que se han registrado los más bajos, la más baja fue la de 2010 y estuvo en 30. Para cualquier país 30 ó 20 homicidios de sólo sindicalistas, sin contar los demás, al año, sería muy alta”, ha declarado Ortiz.
El documento sugiere al Estado iniciativas para una política criminal efectiva, presenta propuestas para alcanzar una reparación individual y colectiva en materia de prevención y protección de los sindicalistas.
La cifra podría ser mayor
La Escuela Nacional Sindical colombiana eleva la cifra de sindicalistas asesinados en 2010 hasta los 51, de los que 29 de ellos serían docentes. Ya a principios de 2011, desde la escuela expresaron su “preocupación”, ya que los datos de los informes de la Oficina del PNUD “no corresponden con la realidad registrada por la ENS, ni con los registros del Observatorio DDHH y DIH de la Vicepresidencia de la República”. Es decir, las cifras aportadas por la comisión de la ONU podrían ser aún mayores.
Otras voces, como la del director de Human Right Watch para América Latina, José Miguel Vivanco, han denunciado que la imagen edulcorada que se tiene de Colombia es “producto del trabajo de las operaciones de lobby que se hacen en Washington”. En una entrevista con Público, Vivanco denunció inversiones millonarias de Uribe en firmas que le “ayudan a promover su imagen en EEUU”.
“Colombia es el país que tiene la crisis humanitaria y de derechos humanos más seria de todo el continente. Sin embargo, estos temas no son objeto de discusión”, lamentaba Vivanco.
Librered
sábado, 18 de junio de 2011
Paramilitares y agentes del Estado serían responsables de más de 16.000 desaparecidos en Colombia
En Colombia se han registrado más de 57.200 desaparecidos en las tres últimas décadas, de ellos 15.600 considerados víctimas de desaparición forzada, reveló este jueves el representante en este país del Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos, Christian Salazar.
Durante un seminario sobre desaparición forzada celebrado en Bogotá, Salazar aclaró que estos datos están tomados de Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
Según el funcionario de la ONU, “la Fiscalía General de la Nación conocería, hasta la fecha, probablemente más de 26.500 casos de presuntas desapariciones forzadas”.
Y en referencia a las más de 16.600 desapariciones forzadas, explicó que éstas fueron supuestamente “cometidas por agentes del Estado y fuerzas paramilitares que colaboraban con ellos”.
Entre estas víctimas, añadió, “hay más de 3.000 mujeres y más de 3.000 personas menores de 20 años”.
Para Salazar, la desaparición forzada “es una de las violaciones de los derechos humanos más graves”, y Colombia, subrayó, “es uno de los países en América Latina y en el mundo con más desaparecidos”.
Según el representante de la ONU, “décadas de conflicto armado interno y de persecución estatal” han dejado “miles y miles de desaparecidos y con ello un sufrimiento prolongado de sus familias”.
Y agregó que si cada familia de un desaparecido está compuesta de un promedio de cuatro personas, “se puede estimar que en Colombia hay más de 100.000 víctimas de la desaparición forzada”.
El funcionario de la ONU recordó que Colombia adoptó la figura penal de la desaparición forzada en 2000 y ratificó el Estatuto de Roma, por el que se creó la Corte Penal Internacional (CPI), en 2002 con aplicación integral desde noviembre de 2009.
Asimismo Colombia ratificó la Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada en 2005 y el legislativo estudia actualmente la ratificación de la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.
“Podemos constatar que los operadores judiciales en Colombia cuentan con un marco normativo que les permite cumplir con la obligación de investigar, juzgar y sancionar a los responsables de la desaparición forzada”, indicó Salazar.
Pero, anotó, pese a ello “la lucha contra la impunidad no ha tenido un progreso similar”, al advertir de que “hay obligaciones pendientes de cumplir por parte del Ejecutivo, y en especial, por parte de la fuerza pública”.
“Por décadas, miembros de la fuerza pública supuestamente cometieron graves violaciones a gran escala, incluyendo ejecuciones extrajudiciales que en muchos casos estaban asociadas con desapariciones forzadas”, concluyó Salazar.
Librered
lunes, 13 de junio de 2011
Entrevista al Comandate de las FARC
"Siempre será posible construir escenarios de negociación con el Gobierno"
Alfonso Cano, comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dice que la guerrilla aún no está dispuesta a desmovilizarse y dejar la lucha armada
Alfonso Cano, cuyo nombre civil es Guillermo León Sáenz Vargas (Bogotá, 1948), es el comandante de la guerrilla más antigua del mundo. En esta entrevista con Público, la primera que concede a un medio de comunicación en 19 meses, el líder intelectual de la guerrilla analiza la época de Alvaro Uribe y mantiene qué es difícil avanzar en el camino hacia la resolución de la guerra civil que dura ya décadas con el nuevo mandatario Juan Manuel Santos. Cano contestó a las preguntas a través de un cuestionario que devolvió firmado el 21 de mayo de 2011 en “las montañas de Colombia”.
¿Cuáles son las razones por las que luchan las FARC?
Nuestros objetivos son la convivencia democrática con justicia social y ejercicio pleno de la soberanía nacional, como resultado de un proceso de participación ciudadana masivo que encause a Colombia hacia el socialismo.
Son la guerrilla más antigua del mundo. ¿Siguen vigentes los motivos por los que iniciaron su lucha armada o éstos han cambiado con el tiempo?
En estos 47 años se desató una vertiginosa transformación en la ciencia y en la tecnología, se elevaron los índices de crecimiento económico en muchos países, colapsó el modelo soviético de construcción socialista e irrumpió incontenible la República China. Sin embargo, pese a todo ello y a muchas otras novedades trascendentes, el hambre creció en el planeta, las injusticias, las brechas sociales y los conflictos persistieron y aumentaron mientras que cerca de 10.000 individuos espantosamente adinerados deciden la suerte de miles de millones de personas. Las FARC nacimos resistiendo a la violencia oligárquica que utiliza sistemáticamente el crimen político para liquidar a la oposición democrática y revolucionaria; también como respuesta campesina y popular a la agresión latifundista y terrateniente que inundó de sangre los campos colombianos usurpando tierras de campesinos y colonos, y nacimos también, como actitud digna y beligerante de rechazo a la injerencia del Gobierno de EEUU en la confrontación militar y en la política interna de nuestra patria, tres razones esenciales que gestaron a las FARC tal como se señala en el Programa Agrario de Marquetalia elaborado y difundido en 1964. Una somera mirada sobre la realidad colombiana de mayo de 2011 nos muestra que, a pesar del contexto internacional reseñado, estos tres factores germinales persisten y se agravan en la actualidad.
¿Cree que es posible abrir un proceso negociador con el presidente Juan Manuel Santos?
Con el esfuerzo mancomunado de muchos sectores progresistas y democráticos interesados en una solución incruenta del conflicto, siempre será posible construir escenarios e iniciar conversaciones directas de horizontes ciertos, con cualquier gobierno, incluyendo al actual pese a que este, empezando con su mandato, redujo las posibilidades al imponer una ley que cierra puertas a diálogos dentro del país. Pero somos optimistas sobre la eventualidad de lograrlo.
Ante la negativa del Gobierno de aceptar canjes de rehenes por guerrilleros presos, ¿qué planes tiene para los secuestrados que siguen en poder de las FARC?
Le entiendo que usted se refiere a los prisioneros de guerra que tenemos en nuestro poder, porque una aproximación desapasionada, rigurosa y objetiva al tema, en una confrontación política, social y militar de cerca de 47 años, que enfrenta a dos adversarios debe aludir a prisioneros de guerra que las partes capturan en el devenir de esa confrontación, ¿cierto?. La negativa actual del gobierno al canje no tiene por qué arredrarnos en la aspiración de tener con nosotros, libres, a los camaradas presos en la actualidad y a que regresen a sus hogares los prisioneros, militares y policías capturados en combate, que tenemos en nuestro poder, a quienes sus familias también aspiran a tener de nuevo en su seno. Por encima de la indiferencia del Estado sobre los propios soldados, vamos a perseverar. Se sabe que mientras perdure una confrontación habrá prisioneros en poder de las partes.
El Comité Internacional de la Cruz Roja es un organismo neutral encargado de velar por el cumplimiento del derecho internacional humanitario. En su último informe indica que "mientras las partes en conflicto adelanten los enfrentamientos armados en zonas rurales, la población que habita estas áreas vive en permanente peligro y está expuesta a violaciones del DIH como: homicidios y/o ataques a personas protegidas por el DIH: desapariciones forzadas; violencia sexual; toma de rehenes; reclutamiento forzado; malos tratos físicos y/o psicológicos; y desplazamiento forzado. La falta de respeto al principio de distinción entre combatientes y civiles, las presiones para colaborar generando represalias directas contra los civiles, la ocupación de bienes civiles privados o públicos y la contaminación por armas son otros factores agravantes que afectan la vida de las comunidades".
¿Cuáles de estas violaciones comete las FARC?
Para ser rigurosos habría que referir uno a uno los casos informados por el CICR y como este no es el espacio adecuado, le puedo comentar que para nosotros, lo primero y más importante de nuestra lucha es la población, no solo por razones de principios políticos e ideológicos, sino prácticos de la guerra. Únicamente en la medida que respondamos a las necesidades objetivas de la población en cada área, podemos resistir, crecer y avanzar. De lo contrario es imposible.
Hace años y dada la intensidad de los combates, difundimos unas normas de comportamiento para que la población civil no permitiera su utilización como escudo por parte de la fuerza pública que construye cuarteles en medio de los poblados, utiliza el transporte público para sus movimientos, entrevera caravanas de vehículos militares en medio del transporte civil para sus desplazamientos por carreteras, pernocta en las escuelas y colegios, etc., prácticas que la fuerza pública utiliza, creándole peligrosos riesgos a la población.
Eventualmente unidades nuestras pueden violentar las normas, pero como estamos regidos por unos Estatutos, unas Normas y unos Reglamentos de Régimen Disciplinario estricto, cimentados en una concepción revolucionaria de la vida, que armonizan las relaciones entre combatientes y también, las nuestras con la población civil garantizando una profunda, sincera, armónica y sólida relación, tomamos los correctivos que señalan nuestros documentos.
Respecto al DIH y a sus Protocolos adicionales, mantenemos algunas reservas porque, en ocasiones, dificultan la aproximación a ciertas situaciones, dado que fue concebido y diseñado para conflictos entre naciones y, pese a los protocolos adicionales, no siempre proporciona el justo equilibrio. Por ejemplo, calificar como "ejecuciones extrajudiciales" la homicida, criminal y sistemática práctica de las Fuerzas Armadas oficiales de Colombia durante los últimos 63 últimos años, de asesinar civiles, vestirlos con ropa militar y colocar armas a sus cadáveres para hacerlos pasar como guerrilleros "dados de baja" en combate, en un país que se ufana de ser un Estado de Derecho y cuya legislación no contempla la pena de muerte, posibilitó un trato benigno y celestino a los criminales, que ha escamoteado una condena drástica, vertical, diáfana y oportuna al terror desarrollado por el Estado colombiano desde hace más de 47 años.
La norma sobre el uso de armas no convencionales, es una reglamentación para la guerra entre naciones que no puede abarcar a movimientos populares como el nuestro que se armó desde un comienzo con palos y machetes para defenderse de una agresión gestada y ejecutada por el Estado, con la contribución militar, financiera y tecnológica de la Casa Blanca. Equivale a recriminar al bíblico David porque utilizó piedras para defenderse de la agresión del coloso Goliat.
Valdría la pena trabajar un escenario internacional donde analizar, desde diferentes ópticas, estas situaciones y otras del mismo tenor e intercambiar conceptos sobre la "neutralidad" que por encima de cualquier consideración, deben mantener quienes se reclaman sus garantes.
Las FARC hacen uso de minas antipersona, entre otras cosas contra operaciones de erradicación manual de cultivos de hoja de coca. ¿Por qué continúan usando un arma prohibida por el derecho humanitario y que todo el mundo acordó en 1998 erradicar en el Tratado de Ottawa o la Convención sobre la prohibición de minas antipersonales?
Le reitero que acerca del armamento utilizado por la guerrilla en su lucha de resistencia, en la irregularidad de su táctica y como consecuencia de la asimetría que caracteriza una confrontación como la colombiana, será necesario que en un escenario internacional ampliamente representativo, con la presencia de la guerrilla revolucionaria por supuesto, nos ocupemos de abordar este tema con objetividad, sin mentiras, buscando unas conclusiones realistas que todos podamos acatar rigurosamente, incluyendo a los gobiernos. Es ridículo, por calificarlo de alguna manera, que cuando el Estado colombiano lanza operativos contra insurgentes en una proporción de 100 militares por cada guerrillero, con bombardeos de ablandamiento ejecutados con miles de toneladas de pentolita , realizados por una aviación dotada de cohetes de todo tipo, ametrallamientos desde sus centenares de helicópteros gringos y rusos de última tecnología, fuego de artillería con morteros de 120 mm, salgan luego los altos mandos militares a quejarse y a denunciar, porque muchas de sus unidades cayeron en campos minados en tan desigual teatro de operaciones. O, como también sucede, es criminal forzar a civiles a servirles como guía en sus labores de rastreo y seguimiento con consecuencias muchas veces lamentables para quienes han sido obligados. O, como sucede en otras ocasiones, es perversamente fariseo dar dinero a civiles para que ejerzan como soplones, quienes buscando información, muchas veces son víctimas de la confrontación.
Sin duda, nadie puede escatimar esfuerzos por separar a la población civil del conflicto. Esto debe privilegiarse en todos y cada uno de los hechos que se acometan como parte del conflicto, pero como entender esto en el caso de Colombia, donde el gobierno nacional desató una intensa campaña para reclutar civiles como informantes a cambio de dinero, integrándolos a un aparato llamado Red de Cooperantes, ¿se estarán ciñendo a las normas del DIH?. ¿O existe una contradicción entre su discurso maniqueo frente a la normatividad internacional y las políticas que desarrolla?. Son muchos los temas que deberá abocar una reunión de actualización del DIH, en la que sería vital la participación de los Estados Unidos de Norteamérica para también analizar la sindéresis entre las exigencias que hace al resto del mundo respecto a los Derechos Humanos y su práctica cotidiana y universal.
¿Tienen futuro las FARC si se mantienen al margen del narcotráfico? ¿Qué relaciones tienen ahora con el cultivo y tráfico de drogas? ¿Es hoy en día su principal fuente de financiación? ¿Cuánto dinero ingresan al año por este concepto?
Nuestra lucha por permanecer al margen del narcotráfico no ha sido fácil ya que en los últimos 30 años Colombia ha sido permeada y contaminada, de pies a cabeza, por los dineros del narcotráfico: las instituciones del Estado sin excepción, la industria, la banca, el comercio, la política, el deporte, el agro, la farándula, las fuerzas militares y de policía, y en general, el conjunto del tejido social.
La guerra contra las drogas decretada por la Casa Blanca ha sido un fracaso, especialmente en Colombia pues ha dejado una enorme estela de sangre, desintegración social y pérdida de valores sustantivos de la ética y a moral, mientras que el área sembrada de coca oscila pendularmente entre las 90 mil y las 180 mil hectáreas y el país continúa a la cabeza del tráfico mundial, según informes de diversos organismos internacionales.
De tiempo atrás, hemos manifestado nuestro acuerdo con la legalización o con la despenalización que, desde las épocas del premio nobel norteamericano Milton Friedman hasta hoy incluyendo a 4 expresidentes latinoamericanos y a gran cantidad de personalidades y organizaciones del mundo entero, se promueve como salida realista para liquidar definitivamente las enormes ganancias de este tráfico, manejar su creciente consumo como un problema de salud pública y desarrollar estrategias preventivas con la certeza de su superación definitiva.
En épocas del Caguán, en sesión especial ante embajadores y representantes de diversos países y organismos multilaterales, presentamos un plan detallado para experimentar en un área delimitada una estrategia de sustitución de cultivos que desestimulara a los campesinos cultivadores de coca y les contribuyera en la creación de alternativas económicas ciertas. Muchos narcotraficantes y dirigentes políticos de los partidos de gobierno se atravesaron a la propuesta y la frustraron.
El narcotráfico no es un problema de las FARC. Es un fenómeno nacional, latinoamericano y mundial al que se le debe hacer frente con una estrategia nacional y convergente encabezada por los primeros responsables y también grandes víctimas de este cáncer: los países desarrollados.
Quisiera serle taxativo en esto: ninguna unidad fariana, de acuerdo a los documentos y decisiones que nos rigen, pueden sembrar, procesar, comerciar, vender o consumir alucinógenos o sustancias psicotrópicas.
Todo lo demás que se diga, es propaganda.
Al margen del narcotráfico, ¿cómo se financian las FARC?
Las FARC - EP tenemos tres fuentes básicas de financiación: aportes de amigos y simpatizantes que creen sinceramente en el compromiso revolucionario de las FARC y en la causa por la que luchamos; impuestos que cobramos a los ricos, a través de la ley 002 y, rentas generadas de inversiones que mantenemos.
Las FARC han sufrido sus golpes más duros durante el Gobierno de Uribe, como la Operación Jaque, la Operación Fénix, la Operación Camaleón... ¿En qué situación se encuentra la guerrilla? ¿Cuáles son sus efectivos y qué territorio controla?
Para ser sinceros el golpe más serio y de mayor calado lo recibimos luego de la segunda conferencia guerrillera realizada en 1966, en el departamento de Quindio, donde perdimos gran cantidad de combatientes y el 70% de las armas. Solo hasta la quinta conferencia, después de muchos años, pudo decir el comandante Marulanda: "Por fin nos hemos repuesto del mal que casi nos liquida".
Operativos como Jaque, desarrollado a partir de la traición del jefe de la unidad guerrillera que vendió los prisioneros de guerra bajo su custodia, no tienen las connotaciones promocionadas por el Gobierno. Innumerables veces hemos rescatado nuestros presos de las cárceles del Estado. Son hechos de guerra que llaman a las partes a tomar nuevas medidas de seguridad. No modifican ni la concepción, ni los diseños operacionales ni mucho menos la estrategia de nuestra fuerza.
En los últimos 9 años, y como consecuencia de la mayor injerencia militar de Washington en los asuntos internos de Colombia, la guerra se ha intensificado. Hemos sufrido golpes. Las muertes de Raúl, de Jorge, de Iván Ríos y de muchos camaradas, nos duelen y nos generan ese dolor revolucionario que desata, incontenible, mayor compromiso con nuestros ideales de socialismo. Ya las hemos asimilado. Con el legado y ejemplo de nuestros héroes y mártires, las nuevas promociones toman su lugar y trinchera, nuevas promociones de revolucionarios dispuestos, como los más antiguos, a darlo todo, hasta la vida, por los objetivos de la Nueva Colombia.
Pero, se sabe que en toda guerra hay muertos, de ambos bandos , y la colombiana no es la excepción.
También estos 9 años, han demostrado el tamaño y la calidad del compromiso de las FARC con nuestros ideales de cambio y de transformación revolucionaria. Como es evidente en los partes militares también hemos golpeado a las fuerzas militares y paramilitares del estado, a las institucionales y a las para institucionales, a todas, incluyendo aquellas que tiran la piedra y esconden la mano, que cínicamente dicen desconocer la estrategia de los "falsos positivos", que niegan ante los medios su contubernio con el narcoparamiliarismo, pero le abren en la oscuridad de la noche las puertas secretas de sus palacios, mansiones y haciendas para conspirar contra la convivencia, la democracia y contra el pueblo.
Las FARC mantenemos nuestra influencia, sólida influencia, en las áreas donde existimos, por todos los rincones de la geografía nacional, nacida y cimentada en la justeza de nuestros planteamientos políticos, en nuestro trabajo y ayuda permanente a las comunidades, respeto hacia todas ellas y por nuestra autoridad surgida del compromiso sincero del que no pretende nada a cambio de su esfuerzo, salvo la satisfacción de aportarle esperanza al pueblo en su propia capacidad de movilización, organización, lucha y en su futuro bienestar.
No le puedo comentar cuántas unidades conforman las FARC - EP porque somos una organización irregular. Pero, accionamos, trabajamos y luchamos en todo el territorio nacional.
¿Qué hay de cierto en el supuesto contenido del ordenador de Raúl Reyes?
Los elementos que pudieron haber quedado funcionando, luego del bombardeo sobre la humanidad del Camarada Raúl y su guardia, fueron manipulados al amaño del gobierno. Ni la propia INTERPOL quiso comprometerse con las truculencias de Alvaro Uribe y manifestó públicamente, luego de un detallado análisis, que había sido quebrada la Cadena de Custodia, lo que significa, en buen romance, que luego de la muerte de Raúl se manipularon los contenidos del disco duro "sobreviviente", si fue que lo hubo luego de semejante infierno de explosivos. Se trataba de inventar y retorcer acontecimientos para chantajear a las FARC y a muchos amigos de la paz de Colombia con ese estilo muy particular que caracteriza al señor Alvaro Uribe y que impuso a toda su administración. Esta semana que termina, la Corte Suprema de Justicia declaró como ilegal cualquier prueba levantada sobre los llamados computadores de Raúl Reyes, precisamente porque se manipularon los materiales supuestamente encontrados y además se desvirtuaron los procedimientos judiciales.
Curiosamente, no trascendieron informes que nos llegaban y que el Comandante Raúl debía de conservar, por ejemplo, alrededor de los pagos a altos oficiales de la policía, hoy generales, que hizo el narcotraficante Wilber Varela y que comentó personal y detalladamente a uno de nuestros comandantes en el Valle del Cauca el coronel Danilo González, quien aún en servicio activo, buscó a las FARC pretendiendo la liberación de unos sospechosos que habíamos retenido; tampoco se mencionaron informes precisos alrededor de la utilización plena del DAS por parte del paramilitarismo con la total anuencia del Presidente de entonces, ni de los encuentros, whisky en mano, en Bogotá, de jefes paracos con "prestantes" personalidades linajudas para planificar las agresiones contra la izquierda, ni otras muchas que harían muy larga esta entrevista y que seguramente no incluyeron en las copias que han ido regalando, a algunos de sus gobiernos amigos, a la CIA, al MI5 y al MI6 ingleses, al MOSSAD israelí y a otros que continúan publicitando inverosímiles historias a través de sus organizaciones de bolsillo.
¿Cree usted que el proceso de desmovilización de paramilitares impulsado por la ley de Justicia y paz ha sido exitoso? ¿Cuál es su opinión sobre este proceso?
Ese proceso se planificó y ejecutó como una farsa para sacar en limpio a los verdaderos jefes del paramilitarismo luego que Alvaro Uribe, uno de ellos, ganó las elecciones presidenciales en el 2002.
Como cobertura, utilizaron a narcotraficantes y sicarios con ínfulas de jefes contrainsurgentes, a quienes prometieron estatus político y respeto a sus incalculables fortunas. Luego los desecharon, en una historia que se recicla donde la aristocracia y algunos trepangos delinquen buscando el poder y la riqueza utilizando a criminales y bandidos, a quienes luego condenan, encarcelan o mandan asesinar en un repetido espectáculo de escarnio público.
El país sabe que el paramilitarismo es una estrategia del estado para asesinar sistemáticamente opositores, buscando ocultar la sangre que mancha hasta la médula a las instituciones públicas, detrás de bandas de sicarios y delincuentes de apariencia civil.
La oligarquía colombiana, impotente en su lucha contra los avances de la insurgencia revolucionaria, se entregó a la práctica paramilitar a la que posteriormente, en las décadas del 70, articuló con el naciente narcotráfico dando origen al narcoparamilitarismo, ensalzado y consentido socialmente por los poderosos durante largos años, quienes ahora luchan por zafarse del estigma y por lavar sus propias porquerías.
A los narcos que creyeron en sus palabras, los exhibieron y promocionaron como grandes jefes contrainsurgentes y luego, los extraditaron a los Estados Unidos con el fin de silenciarlos. Tiempo después, cuando desde allá y por la presión de las víctimas procedieron a confesar villanías, a mencionar a sus compinches, socios, contactos, mecenas políticos y militares, la oligarquía utilizó sus medios para sembrar la duda: ¿cómo creerle a un criminal y no a un aristócrata, a un político tradicional o a un prestigioso general de las Fuerzas Militares?.
La ley de justicia y paz, ha sido una gran farsa, que pasó por la venta de títulos como "comandantes paramilitares" a sicarios narcotraficantes, pasó también por las fotos de grandes "desmovilizaciones" de desempleados y bandidos contratados para la ocasión con fusiles y armas compradas para la fotografía, y terminará con la absolución de Álvaro Uribe, en la comisión de acusaciones de la Cámara de Representantes del Parlamento colombiano, salvo que los millones de afectados por esta criminal estrategia le impriman una mayor dinámica a sus esfuerzos y luchas y se reciba mayor solidaridad mundial. Solo así en Colombia, como sucedió en Argentina y otros países, se podrá condenar también a los responsables materiales e intelectuales de las negras y sangrientas noches en que hundieron el país.
¿ Por qué tiene sentido la lucha armada para las FARC y no la defensa a través de vías democráticas de los ideales políticos y las transformaciones socioeconómicas que consideran necesarias?
Porque en Colombia a la oposición democrática y revolucionaria, la asesina la oligarquía. La masacre de la Unión Patriótica es la muestra palmaria.
A todo líder, a cualquier organización no oligárquica que amenace los poderes establecidos, lo asesinan o la masacran como parte de una estrategia oficial de Seguridad Nacional. Los poderosos la han instituido como característica de la cultura política y ahora la han incrustado en la concepción del Estado.
Extensos pasajes de la historia nacional que datan desde septiembre de 1828 cuando las facciones progringas colombianas de entonces atentaron contra el Libertador Simón Bolívar, hasta estos años, pasando por el asesinato del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, del líder liberal Rafael Uribe Uribe, de Jorge Eliécer Gaitán, de Jaime Pardo Leal, de Luis Carlos Galán, de Bernardo Jaramillo Ossa, de Manuel Cepeda Vargas y de centenares de líderes más, parecieran ratificar un viejo y descarnado aserto popular: la oligarquía colombiana no entiende sino el lenguaje de los tiros.
Aquí en las FARC pensamos que a pesar de esa histórica agresión antipopular que caracteriza el devenir nacional, es realista e inaplazable trabajar la construcción de espacios de convergencia, donde entre todos los colombianos construyamos los acuerdos que cimenten la convivencia democrática. El comandante Jacobo Arenas insistió en que el destino de Colombia no podía ser la guerra civil, en consecuencia hemos luchado, una y otra vez, por encontrar con los distintos gobiernos, la salida política al conflicto colombiano. NO se ha logrado porque la oligarquía piensa en rendiciones y nosotros en cambios de fondo, democráticos, a la vida institucional y a las reglas de convivencia, pero no por ello, cejaremos de luchar la solución incruenta como esencia de nuestra concepción revolucionaria y sustento de la Nueva Colombia.
¿Qué lecciones sacaron de la creación del partido Unión Patriótica?
Fue una experiencia tan llena de riqueza como dolorosa, que debemos analizar y referenciar permanentemente. Dentro de sus muchas lecciones le podría mencionar algunas como lo difícil que es avanzar en un proceso de solución política, cuando la oligarquía colombiana mantiene sus estrategias de paz de los sepulcros y Pax Romana, pues frente a este proyecto mostró su mezquindad y fue esencialmente sanguinaria y cruel. Prefirió el asesinato de cerca de 5000 dirigentes democráticos y revolucionarios en una razzia de corte hitleriano, que abrir espacios a todas las vertientes de la izquierda, hecho que de haberse logrado hubiese generado una nueva dinámica en la confrontación política y posibilitado la concreción integral de los Acuerdos de La Uribe hace más de 25 años.
Con el exterminio de la UP no solo perdió una generación casi completa de dirigentes revolucionarios, la mayoría de ellos de gran dimensión política e inmensos valores éticos, cuya ausencia hoy es notoria en el escenario público de la nación como del continente, también se frustró por muchos años, la posibilidad de firmar un acuerdo de convivencia.
La experiencia de la UP nos enseñó que cualquier avance hacia la paz que surja de acuerdos exige la transparencia, que todo tropiezo debe clarificarse antes de emprender un nuevo escalón, pues los Acuerdos de La Uribe, origen de la UP, fueron saboteados por el Alto Mando militar desde el primer momento a pesar de lo cual, todos los comprometidos con dichos acuerdos, luchamos como Quijotes, por sacarlos adelante.
Pero logra la firma de acuerdos de paz en La Uribe en 1984 y garantizar su cumplimiento total hasta culminarlos, fue imposible. Así que los colombianos que emprendimos con gran optimismo y mayor entusiasmo una histórica jornada por la convivencia, perdimos esa batalla civilizada frente a los "enemigos agazapados de la paz", que hoy ya no se esconden tanto.
Un proceso de paz exitoso, tiene como premisa ineludible, el respaldo lento, decidido, transparente y activo, de la mayoría de la población.
No me cabe la menor duda que las nuevas generaciones de colombianos, en un futuro cercano, rendirán honores y harán reconocimiento a los mártires de la Unión Patriótica que "a pecho descubierto" lucharon por un mejor país para sus hijos, por la democracia y la convivencia, con una generosidad, un desprendimiento y una valentía ejemplares.
Destacados líderes políticos de izquierdas colombiano han dicho a Público que creen que la existencia como guerrilla de las FARC es la responsable de la "derechización extrema" de la sociedad colombiana, ya que "izquierda" se asocia a guerrilla. ¿Está usted de acuerdo?
Digamos genéricamente, que se está a la izquierda si se prioriza lo social, la democracia popular y los cambios revolucionarios, en oposición a quienes privilegian la ganancia económica, el hegemonismo burgués y la defensa del statu quo. No se trata solo de estar al lado izquierdo de la derecha, sino de defender integralmente intereses de clase, populares. Integralmente.
Puntualizo para comentarle que no he escuchado a ningún destacado dirigente, de izquierda, afirmar lo que menciona en su pregunta.
En Colombia los hay, bastantes, muy importantes y muy consecuentes, que con enorme responsabilidad y altura discrepan de la lucha armada revolucionaria, se apartan de ella, pero entendiendo sus circunstancias históricas, trabajan por encontrar los caminos de la solución política respetando el compromiso de quienes combatimos desde la insurgencia y, priorizando sus debates contra la oligarquía y contra el neo coloniaje imperial, verdaderos generadores de la violencia en Colombia.
De pronto existan quienes han militado en la izquierda y ya no defiendan sus posiciones originales sino las del régimen, como sucede en muchas partes del mundo. Habrá que respetar sus nuevas posturas, pero sin inscribirlos como defensores de los intereses populares ni ubicarlos a la izquierda en el ajedrez de la política.
También puede darse el caso de quienes pretenden ocultar sus propias fallas, tras el esfuerzo ajeno.
La lucha nuestra desde Marquetalia es por la democracia, por la posibilidad cierta de desarrollar una acción de masas, abierta, por los cambios revolucionarios y el socialismo. Y esta opción, es la que ha saboteado a tiros la oligarquía colombiana.
Asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán, legislaron con el anticomunismo como soporte durante la dictadura militar, crearon el Frente Nacional bipartidista para excluir y perseguir a los revolucionarios, y aprobaron una Constitución en 1991, con elementos positivos en su diseño y textos, que dejó intacta la concepción de Seguridad Nacional del enemigo interno que campea desde hace un poco más 47 años en nuestro país. La misma del paramilitarismo y los falsos positivos.
La derecha, en Colombia y en todo el mundo, propagandiza y difunde sus pretextos, reales o ficticios, para confundir, atacar y desvirtuar las luchas populares por bienestar y progreso social. Y utiliza variedad de formas para ello, incluyendo a muchos quienes algún día algún día fueron activistas de la izquierda.
En los tiempos que corren, con el desarrollo de los medios de comunicación, no hay confusión posible. Quienes defienden el orden existente, no lo pueden ocultar.
La confrontación en Colombia se ha prolongado demasiado. Luchar y clamar por la paz es expresión de un sentimiento profundamente popular y revolucionario.
Las FARC firmaron un pacto de no agresión con la guerrilla del ELN en diciembre de 2009. ¿Qué obstáculos ha habido en su implementación?
Tanto el Comando Central del ELN como el Secretariado del Estado mayor Central de las FARC - EP, hemos reconocido con sentido autocrítico, el error que significó no detener drástica, tajante y oportunamente los roces que se fueron dando en diversas áreas del país, entre combatientes de las dos fuerzas, de tiempo atrás.
Ahora, trabajamos con enorme convicción revolucionaria en todas esas áreas por superar, definitivamente, las asperezas, los mal entendidos, las emulaciones mal hechas y los enfrentamientos. Es un proceso complejo, teniendo en cuenta la coyuntura actual, de intensa confrontación política y militar con el Estado. Pero vamos avanzando con solidez.
La autocrítica es a fondo y en eso estamos. Falta tiempo, hay mucho terreno por recorrer pero avanzamos en firme haciendo conciencia, a todos los niveles de nuestras organizaciones, que somos parte del mismo contingente de lucha popular, revolucionaria, antiimperialista, bolivariana y socialista. Y que ello es lo que fundamenta la forma de relacionarnos, las convergencias que debemos trabajar y luchar para elevar a nuevos niveles la necesaria estrategia unitaria de los revolucionarios colombianos.
Recogimos el legado del gran revolucionario, el sacerdote Camilo Torres Restrepo de enfatizar lo que nos une. Las divergencias las debemos ventilar y airear en mecanismos que estamos creando para ello.
Estamos obligados a ser ejemplo de unidad. Y de madurez. Así también le contribuiremos a la unidad popular de los colombianos, proyectando en los hechos la prioridad "del bien común" por encima de cualquier interés particular.
Nos falta un buen trecho, pero ya lo empezamos. Y eso es lo estratégico.
Según un auto de la Audiencia Nacional, dos testimonios de antiguos miembros de las FARC implican al Ejército de Hugo Chávez en los cursillos de adiestramiento que ETA impartió a los guerrilleros colombianos en suelo venezolano. Los relatos de los arrepentidos forman parte de un informe de la Comisaría General de Información de la Policía. En el apartado del auto dedicado a los "hechos" se describe cómo en agosto de 2007 dos presuntos miembros de ETA impartieron en la selva venezolana dos cursos sobre manejo de explosivos a guerrilleros de las FARC. ¿Han tenido en el pasado las FARC relación con la banda ETA? ¿Mantienen relación en la actualidad y, en caso afirmativo, en qué consiste?
La experiencia de las FARC en materia de explosivos tanto de su fabricación, como de su almacenamiento y utilización es larga y abundante, lo que desde hace mucho tiempo nos permite autoabastecernos sin recurrir a ningún tipo de ayudas, simplemente porque no lo hemos necesitado. Tenemos nuestros propios instructores. Así de simple. Esto para rechazar las afirmaciones sobre tales cursillos con personal extranjero que solo pretenden afectar al gobierno bolivariano de Venezuela.
En Colombia, a partir de ofrecimiento de dineros, viajes a Europa y rebaja considerable de penas, algunos desertores, se prestaron para atestiguar en contra nuestra y favorecer políticas nacionales o internacionales del gobierno de Álvaro Uribe. Pero como la mentira no perdura, los montajes que fabricaron a partir de miles de falsos testimonios se están desmoronando. Todos caerán como castillos de naipes.
Por ejemplo, actualmente cursan investigaciones penales y administrativas, de la Fiscalía y también de la Procuraduría General de la Nación, contra altos funcionarios del gobierno Uribe y contra altos mandos militares de la época, por las comedias que montaron, farsas, falsas deserciones llenas de infames afirmaciones como parte de su ofensiva contra las FARC.
El mundo se está enterando cómo en el departamento del Tolima también se reclutaron bandidos y desocupados, con quienes "formaron" una columna guerrillera, los vistieron con uniformes militares, les dotaron algunos fusiles viejos y otros muchos de palo, llamaron a los periodistas, les tomaron fotos, peroraron una diatriba insulsa, les dieron algún dinero a los farsantes, difamaron sobre muchos ciudadanos a quienes luego encarcelaron y, luego, felices ratificaron que el fin del fin estaba cerca, incluyendo al presidente de entonces.
Dijéramos que esa fue una tónica general del gobierno colombiano anterior, buscando imponer sus políticas fascistas, levantó todo tipo de aduanas morales, legales, éticas, discrecionalmente, para otorgarse la licencia de calumniar, difamar, mentir e inventar. Valdría la pena que la justicia española verificara y confrontara a fondo las informaciones que le fueron proporcionadas en ese entonces.
Nuestras relaciones, que en este momento tienen carácter clandestino, con gran cantidad de organizaciones democráticas y revolucionarias del mundo, armadas y civiles, están regidas por las conclusiones de la Conferencias Guerrilleras que, como ya señalé, orientan sobre el no desarrollo de acciones militares en otros países, respetando la soberanía de cada país y las luchas de cada pueblo.
¿Es cierto que las FARC pidieron apoyo a ETA para atentar contra varias personas, entre ellas el presidente, Álvaro Uribe, cuando visitara España o la UE?
Esa es la propaganda que se hacía el mismo Uribe, en Colombia y en el exterior, para proyectar una imagen de víctima.
Las fuerzas de seguridad españolas detuvieron a Remedios García Albert, a quien consideran vinculada con las FARC. ¿Tienen las FARC vínculos con Remedios García Albert?. En caso afirmativo, ¿en qué consisten?
No conozco vínculos de Remedios García con las FARC. A ella, la referencio exclusivamente por una mención periodística de las autoridades colombianas , durante el periodo de incontinencia propagandística que sufrió el gobierno alrededor del supuesto ordenador del Comandante Raúl Reyes. Nunca antes ni nunca después la escuché nombrar. Podría afirmar, si de algo sirve, que en los tiempos de las conversaciones de paz en el Caguán, gran cantidad de personas venidas del mundo entero, a título individual o como representantes de organizaciones de muy diversa índole o de gobiernos, hicieron presencia e intercambiaron opiniones con nuestros representantes alrededor del proceso que se adelantaba. No podría agregar nada más al respecto.
¿Qué relación mantienen con los gobiernos de Cuba, Venezuela y Ecuador?
Si usted me lo permite, preferiría abstenerme de una respuesta alusiva a nuestras relaciones con cualquier gobierno del mundo.
¿Creen que España puede jugar algún papel en la solución del conflicto colombiano? ¿Cuál?
Siempre hemos percibido positivamente la participación de la comunidad internacional en la solución política del conflicto. Pero, dadas sus características actuales y las permanentes y agresivas declaraciones oficiales, es necesario que le demos tiempo al tiempo.
¿Qué sabe de los falsos positivos? ¿Por qué las FARC no han difundido más revelaciones sobre ese tema?
El asesinato sistemático de civiles en estado de indefensión por parte de militares y policías, y su posterior presentación como "guerrilleros dados de baja en combate", es una práctica institucional en Colombia, desde el año 1948.
No es algo novedoso ni mucho menos. Hace parte de una guerra sucia desarrollada por el Estado colombiano contra "el enemigo interno" que también concibe y ejecuta el asesinato selectivo de líderes políticos de la oposición, de dirigentes sindicales comprometidos con los trabajadores, la desaparición de activistas revolucionarios, las torturas, el terror y las masacres que intimiden y generen miedo, parálisis, pánico y desplazamiento.
Todo ello se ha denunciado y se continúa denunciando. Existen centenares de libros, miles de denuncias, millares de evidencias y de pruebas que demuestran la responsabilidad del Estado colombiano en el desarrollo de esta estrategia, solo que hasta ahora, la comunidad internacional acepta la tesis oficial que señala como hechos aislados, bajo la responsabilidad de algunas manzanas podridas, esta criminal práctica institucional.
Son centenares de miles las víctimas civiles de la guerra sucia que el Régimen ha emprendido, según afirma, en "defensa de las instituciones y del Estado de Derecho".
A mediados de los años setenta, la estrategia oligárquica de terror fundió sus prácticas paramilitares con el narcotráfico, bajo la dirección y jefatura de poderosos empresarios, destacadas personalidades de la política tradicional y altos mandos militares, con el objetivo de intensificar sus crímenes y atesorar dineros provenientes del narcotráfico, pero ocultando a sus verdaderos jefes y orientadores.
Hoy, muchas evidencias empiezan a salir a flote, desde las farsas de las cárceles asignadas a los militares y políticos responsables de crímenes atroces, pasando por la usurpación masiva de tierras por parte de hacendados, militares, industriales y dirigentes de los partidos tradicionales, acuerdos políticos empapados de sangre entre gamonales y narcos, enriquecimiento desmesurado e inusitadamente rápido de un reducido sector social vinculado a los distintos gobiernos de estos años, institucionalidad permeada casi sin excepción por dineros mafiosos y al servicio de estos, hasta los nexos del alto gobierno con esta estrategia que por lo pronto visibiliza a dos de sus "eminentes" cabezas, el señor Narváez y Álvaro Uribe Vélez.
Y, aunque hasta hoy no hay militares condenados por los llamados "falsos positivos", la sociedad avanza en la lucha por llegar al fondo del problema, por determinar cada situación con precisión, castigar a los autores materiales y también a los autores intelectuales y determinadores, lo que inevitablemente alcanzará la reglamentación militar existente, inspirada, concebida y diseñada bajo la óptica de la Seguridad Nacional pregonada por Washington desde los tiempos de la guerra fría, que fue uno de los temas tabú en la Constituyente de 1991 y causa de fondo de los miles y miles de muertos de todos estos años. Colombia perdió mucho tiempo por ese veto que impuso la oligarquía en los conciliábulos de aquellos años.
Tamaña equivocación, no puede repetirse. Las soluciones que requiere el país son estructurales, si queremos la reconciliación sobre bases ciertas y no zurcir otro remiendo como aquel de 1991. Por eso también es trascendente, que si logramos construir un nuevo escenario en función de la solución incruenta, en algún momento puedan participar representantes de la fuerza pública, donde seguramente muchos de sus integrantes, sin responsabilidades en las bajezas de la guerra sucia, también estarán clamando por la reconciliación y la reconstrucción nacional.
A raíz de la muerte de Jorge Briceño en un bombardeo el 22 de septiembre, el presidente Santos reiteró que se ahora sí se vislumbraba el fin del fin de las FARC. ¿Qué opina sobre esto?
Desde 1964 hemos conocido tal declaración oficial en boca de distintos presidentes y ministros de guerra, en ocasiones haciendo de agoreros, otras veces en forma de promesa y otras a manera de amenaza, siempre con la pretensión de ocultar las raíces del conflicto que hicieron necesaria la existencia de las FARC.
Así, han justificado la violencia terrorista del Estado.
Así, han incrementado año tras año el presupuesto militar y policial, para solaz de los generales y de los señores de la guerra.
Así, han ocultado desde hace tiempo su propia incapacidad, su intransigencia y la profunda corrupción que corroe las instituciones oficiales.
Así, pretenden cubrir su vergonzoso y humillante arrodillamiento frente al Pentágono Norteamericano y a la Casa Blanca.
Mientras no aboquemos seriamente, entre todos, la búsqueda de soluciones a los problemas estructurales del país, la confrontación será inevitable. Unas veces más intensa, otras no tanto. En algunos momentos con la iniciativa militar del Estado, en otros, con la iniciativa popular, en una trágica ciclotimia que debemos superar, inteligentemente, con grandeza histórica.
Como prosigue la confrontación, habrá más muertos. De lado y lado. Más tragedias para el pueblo. Y no llegarán la paz y ni la convivencia para Colombia.
No se trata de la muerte de uno o de otro comandante guerrillero. El conflicto no es tan sencillo ni tan simple. Las circunstancias históricas del país son muy particulares. La existencia de guerra de guerrillas revolucionarias en Colombia no es consecuencia del voluntarismo de un puñado de valientes o de unos aventureros, o de unos "terroristas" o de unos "narcoterroristas", tales calificativos podemos dejárselos a la propaganda oficial. La insurgencia colombiana es reflejo del sumun de una serie de factores estructurales que los distintos gobiernos no pueden empecinarse, terca y criminalmente, en desconocer.
La oligarquía colombiana ha conformado una fuerza pública armada de más de 500 mil hombres, en un país de alrededor de 45 millones de habitantes con enormes necesidades y carencias. ¡Inaudito!. Cerca de la quinta parte del presupuesto nacional del año entrante han sido aprobados para gastos militares. Se invirtieron casi $10.000 millones de dólares de ayuda norteamericana en el Plan Colombia, para una guerra fracasada. Sin embargo la confrontación prosigue.
Cuando bombardearon el campamento del comandante Jorge Briceño, con casi un centenar de aeronaves que dejaron caer miles y miles de toneladas de explosivos durante muchos días, en un dantesco infierno. Instalaron en la periferia del lugar de tiendas de campaña con espejitos y regalos y ropa nueva, zapatos Reebock y Nike invitando a los guerrilleros a través de altoparlantes durante semanas, a la traición y a la deserción.
Todo lo que obtuvieron fue una heroica respuesta militarde la guerrillerada, colmada de moral y de conciencia revolucionaria, que produjo centenares de bajas en la fuerza de ocupación oficial y la solicitud masiva de ingreso de nuevos guerrilleros en la región y en muchas otras zonas del país.
La cercanía de la paz democrática, de la convivencia y de la justicia social no se puede medir en litros de sangre. Eso lo sabe el país y por supuesto el presidente Santos.
En su último informe ONG colombiana Nuevo Arco Iris, que hace seguimiento al desarrollo del conflicto militar cruzando informaciones oficiales y de analistas, aunque reconoce la supremacía aérea del gobierno, ha dicho que los combates en tierra les son notoriamente adversos.
¿Cuáles son los resultados reales de esta larga confrontación?
Al respecto tan solo quisiera anotar que diariamente hay combates y hechos de guerra entre la guerrilla revolucionaria y la fuerza pública institucional y parainstitucional en la mayoría de los 32 departamentos del país, donde se obtienen victorias y en ocasiones también se reciben golpes, en una confrontación que se prolongó en el tiempo y en la que la iniciativa militar se altera, se modifica, cambia en el tiempo y en las diferentes áreas, pero no estratégicamente. Los partes militares que hacemos públicos, cuantifican alrededor de los efectos de la guerra en nuestro adversario y en nuestras propias filas con cifras irrebatibles. Quisiera destacar que la ofensiva oficial actual iniciada desde hace algo más de 11 años, a partir del llamado Plan Colombia, diseñado en el Pentágono norteamericano, dirigido y financiado por ellos y alimentado sin descanso por armamento de última generación desde Washington, fracasó. Es la más grande y prolongada operación contrainsurgente adelantada en el continente y es también la más grande demostración que la solución del conflicto en Colombia no pasa por la Pax Romana.
¿Qué condiciones exigen ustedes hoy para desmovilizarse?
Desmovilizarse es sinónimo de inercia, es entrega cobarde, es rendición y traición a la causa popular y al ideario revolucionario que cultivamos y luchamos por las transformaciones sociales, es una indignidad que lleva implícito un mensaje de desesperanza al pueblo que confía en nuestro compromiso y propuesta bolivariana.
No tenemos ninguna dubitación, ninguna duda sobre nuestra obligación de luchar permanentemente y sin desmayo, con convicción y optimismo, por acercarnos con certeza a la solución política, incruenta, del conflicto. Los colombianos, con la contribución de países amigos, debemos construir un escenario de diálogo donde hilvanar y tejer mancomunadamente un proceso que concluya en acuerdos, cuya materialización incida contundente e irreversiblemente en la liquidación de las causas que en su momento originaron el conflicto armado y que hoy lo nutren abundantemente.
Una vez erigido el escenario, en un proceso que también debe trabajar la reconstrucción de la confianza entre las partes, tendremos que conversar sobre los prisioneros de guerra, militares, policías y guerrilleros en poder de las partes, como un aspecto político y humanitario que reclama prelación. Y, en función de objetivos de largo aliento, contamos como punto de partida con una herramienta excepcional cual es la Agenda Común por el cambio hacia una Nueva Colombia, firmada como acuerdo entre el Estado Colombiano y las FARC-EP, en El Caguán.
Por supuesto que lo importante es construir el escenario, con voluntad de decisión política, pensando en el país y en su futuro, haciendo abstracción de las mentiras inventadas por la propaganda oficial que alejan la solución definitiva porque hace pensar al establecimiento con sus propios deseos. Y, en estos procesos es indispensable mantener la antena en tierra.
Los dolorosamente frustrados intentos que hemos hecho desde La Uribe en 1984 por encontrar caminos civilizados, son evidencia de las enormes dificultades que conlleva encontrar el camino correcto sin que ello implique resignación.
Colombia atraviesa una coyuntura crítica porque recién terminó el periodo del gobierno más violento y corrupto de la historia nacional encabezado por Álvaro Uribe. Decenas de los congresistas y dirigentes políticos que e hicieron campaña presidencial y participaron de su gestión están en la cárcel condenados como determinadores del narcoparamilitarismo, otros muchos enfrentan investigación preliminar por parte de la Fiscalía y de la Corte Suprema de Justicia, varios de sus ministros también están sindicados o son investigados mientras que decenas de mandos medios de esta administración ya están encarcelados todos por corrupción y/o paramilitarismo.
El velo está cerca de caer. La capa de teflón construida por los amigos de Uribe posibilitando el enriquecimiento desmesurado de este círculo mafioso como fruto de una inconmensurable corrupción administrativa, la contemporización complaciente de muchos con la estrategia y práctica paramilitar que ya se le conocía y su fascistoide rechazo visceral a una solución política del conflicto, todo este vergonzoso velo, está a punto de caer, lo que abrirá nuevas perspectivas a la civilidad y a la democracia verdadera.
Cuando el país además de la violencia y la corrupción, lo azota la naturaleza en forma de lluvia inclemente, le está reclamando a sus dirigentes grandeza y estatura histórica para sortear la difícil coyuntura y proyectarlo con fuerza hacia el futuro.
A los odios enfermizos irrigados por el anterior gobierno, que polarizaron a Colombia, les están pasando su cuarto de hora. A las licencias que se arrogó para birlar la ley como ruina les está poniendo fin la Fiscalía, los jueces y las Cortes. El haber retrotraído al DAS a los tiempos de la tenebrosa POPOL, policía política del régimen en los años 50 y aparato criminal del bolsillo presidencial, no será un delito impune.
La inane insistencia uribista condensada en su señalamiento a las FARC como terrorista, no le hace ni sombra a la contundente verdad sobre la existencia del conflicto armado en Colombia contenida en el proyecto de la llamada Ley de víctimas, si tenemos en cuenta que fue sobre la tesis mentirosa de inexistencia del conflicto, que Uribe construyó su tinglado fascista.
Como revolucionarios que lo hemos entregado todo por nuestros ideales y el bienestar del pueblo, persistimos en la solución política del conflicto.
Publico
martes, 29 de marzo de 2011
Disfrazaron a 66 indigentes de guerrilleros para fingir desmovilización de las FARC
Se acaba de destapar otro gran “falso positivo”, otro gran montaje del Estado colombiano.
Se señala al Comisionado por la Paz, Luis Carlos Restrepo, como el responsable de inventarse la desmovilización de todo un bloque de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Para ello, reclutaron a 66 indigentes para hacerlos pasar por guerrilleros de las FARC que se desmovilizaban de la guerrilla contando los “horrores de la insurgencia”, ratificando la propaganda de “no hay ya ética política en las FARC”, y la propaganda de “las FARC están acabadas”.
A esos 66 indigentes los “prepararon” un mes, los disfrazaron, y los pasaron por televisión entregando armas y declarando que desertaban de las FARC, que se “desmovilizaban”.
Las personas que aparecen en el video cobraron hasta 450.000 dólares por la pantomima.
Un ex militante de las FARC, vió las imágenes en televisión y denunció ante la Fiscalía el montaje.
Librered
Se señala al Comisionado por la Paz, Luis Carlos Restrepo, como el responsable de inventarse la desmovilización de todo un bloque de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Para ello, reclutaron a 66 indigentes para hacerlos pasar por guerrilleros de las FARC que se desmovilizaban de la guerrilla contando los “horrores de la insurgencia”, ratificando la propaganda de “no hay ya ética política en las FARC”, y la propaganda de “las FARC están acabadas”.
A esos 66 indigentes los “prepararon” un mes, los disfrazaron, y los pasaron por televisión entregando armas y declarando que desertaban de las FARC, que se “desmovilizaban”.
Las personas que aparecen en el video cobraron hasta 450.000 dólares por la pantomima.
Un ex militante de las FARC, vió las imágenes en televisión y denunció ante la Fiscalía el montaje.
Librered
lunes, 29 de noviembre de 2010
En sólo 90 días 50 líderes sociales fueron asesinados en la Colombia del presidente Santos
Unos cincuenta líderes políticos y sociales han sido asesinados en Colombia en los noventa primeros días del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, denunció en Bogotá el opositor Polo Democrático Alternativo (PDA).
Las víctimas son dirigentes políticos de izquierda, dirigentes sindicales, líderes sociales, campesinos, indígenas, jóvenes, niños, población LGBT, defensores de derechos humanos, han sido asesinadas durante los primeros 90 días del gobierno del presidente Juan Manuel Santos , denunció con cifras verificables la presidenta del Polo Democrático Alternativo (PDA), Clara López Obregón. El reporte lo dio la dirigente del PDA luego de un minucioso seguimiento de los casos ocurridos a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, ante el Comité Ejecutivo Nacional de esta colectividad y a algunos medios de comunicación, señalando en forma enfática la gravedad de los hechos y la casi nula respuesta de las autoridades.
Colombia viene siendo víctima de un plan de exterminio contra los sectores sociales y la población vulnerable sin que el alto gobierno haya reaccionado para dar las suficientes garantías a la vida, honra y bienes de las víctimas, dijo López Obregón.
Los casos constatados que dio a conocer la presidenta del PDA hacen referencia a las personas asesinadas, pero otro es el número de las amenazadas, cuyos reportes muestran una situación de acoso y zozobra en diversas regiones del país.
La Presidenta del PDA dijo que este partido va a realizar un seguimiento pormenorizado del fenómeno de persecución y asesinato de los líderes sociales y políticos, así como de la población vulnerable que no cuenta con las garantías suficientes por parte del Estado para proteger su vida.
Hizo un llamado para que el gobierno enfrente esta grave situación que constituye, dijo, una gran crisis humanitaria.
En los últimos dos meses, López Obregón se ha dirigido a las autoridades, incluso ofició una comunicación al Ministro de Defensa, poniendo en conocimiento diversos casos de asesinato y amedrentamiento de dirigentes regionales del Polo y activistas sociales, sin que hasta ahora haya obtenido clara respuesta.
Santos asumió el pasado 7 de agosto en nombre del Partido Social de Unidad Nacional (Partido de la U), formación conformada por él en 2005 para promover la reelección en 2006 del entonces presidente Álvaro Uribe, que gobernó en dos períodos, de 2002 a 2010.
La presidenta del PDA resaltó que el caso de los amenazados es preocupante, por cuanto los reportes disponibles “muestran una situación de acoso y zozobra en diversas regiones del país”.
Según constató Medicina Legal en un informe del 2010, en Colombia han sido desaparecidas 38.255 personas sólo en los últimos 3 años (1).
En este sentido, organizaciones de víctimas aseguran que el problema obedece a grupos paramilitares y agentes estatales que ven en esta práctica una oportunidad de callar a la oposición.
Librered
jueves, 21 de octubre de 2010
Inhabilitan a ex ministro colombiano por sobornar a congresistas para reeleción de Uribe
El ex ministro de Interior de Colombia, Sabas Pretelt de la Vega, quien se encontraba en Italia como embajador de Colombia, fue inhabilitado este miércoles por la Procuraduría General de ese país por sobornar, en el año 2004, a congresistas para que vendieran su voto en favor de la reforma constitucional que permitió la reelección del entonces presidente, Álvaro Uribe.
La Procuraduría General de Colombia anunció este miércoles que confirmó la destitución e inhabilidad por 12 años del ex ministro del Interior y de Justicia, Sabas Pretelt de la Vega, a quien se le acusa de haber sobornado a varios congresistas para favorecer la reforma constitucional que permitió la reelección presidencial de 2004.
El procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, ratificó que el también ex embajador de Colombia en Italia, "incurrió en una falta gravísima por ofrecer vinculación de recomendados con motivo de la reelección presidencial".
"El ministro Sabas Pretelt de la Vega se sirvió de su cargo y actuando con desviación de poder inherente a tal comisión, formuló ofrecimientos que terminaron por sesgar, incidir o afectar de manera efectiva la intervención de los dos congresistas (Yidis Medina y Teodolindo Avendaño) en el trámite de acto legislativo sobre la reelección presidencial", precisó.
Entre las pruebas en contra de Pretelt, destacan el testimonio realizado en 2008 por la ex congresista Yidis Medina, que aunque había desmentido haber recibido dádivas del ex ministro, el mes pasado se retractó.
Medina era representante a la Cámara por el Partido Conservador y había manifestado en varias ocasiones no estar a favor de la reelección presidencial, sin embargo, cambió su decisión de forma sorpresiva en una estrecha votación del proyecto de enmienda constitucional en una sesión del Congreso.
El caso se convirtió en un escándalo mediático conocido como la "Yidispolítica"·. Posterior a esta declaración, la Corte Suprema de Justicia de Colombia (CSJ) determinó que Medina sí vendió su voto y la sentenció a pagar 47 meses de detención domiciliaria por el delito de cohecho, para posteriormente abrir la investigación a Pretelt.
El documento presentado por la Fiscalía también detalla que el ex ministro "interfirió en el trámite legislativo que pretendía reformar la Constitución con miras a introducir la reelección del presidente Uribe" y que "desde un principio fue consciente de que estaba transgrediendo la ley".
"Pretelt de la Vega afectó sustancialmente su deber funcional por cuanto su comportamiento desconoció seria y ostensiblemente los principios que rigen la función pública; la moralidad, la transparencia, la objetividad, la legalidad, la imparcialidad y la neutralidad", puntualizó.
Según el organismo gubernamental, la investigación contó en total con 35 pruebas. El Ministerio Público aclaró en su fallo contra Pretelt que decidió tomar en cuenta siete declaraciones de Medina debido a que después de que se le practicaron diversos exámenes, se concluyó que no padece de problemas mentales ni es mitómana.
Como respuesta, Pretelt manifestó ante diversos medios locales que "jamás ofrecí un puesto para que votaran a favor de nada" y que asistía a las reuniones con parlamentarios porque "ese era su deber".
El pasado 24 de agosto, la Procuraduría General de Colombia alegó que Pretelt fue responsable de "reformar la Constitución de una manera abiertamente irregular, al haber entregado el manejo de una notaría a un congresista (Medina)".
Uribe fue elegido en 2002 y en 2006 se mantuvo en el cargo tras la polémica reforma constitucional que autorizó la reelección.
Telesur
miércoles, 15 de septiembre de 2010
36 líderes sindicales han sido asesinados en Colombia este año
36 lideres sindicales han sido asesinados en Colombia en lo corrido de este año así lo confirmó el Director del Departamento de Derechos humanos de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, Luis Alberto Vanegas.
Con relación al año 2009 para la misma fecha habían sido asesinados 26 líderes sindicales, presentándose un incremento de 10 asesinatos. En este 2010 el sindicato de institutores de Antioquia, ADIDA ha sido el más golpeado, cinco de sus afiliados han sido asesinados, le siguen los sindicalistas agrarios de ADEMACOR, ASOINCA, ACA, AICA FEDEAGROMISBOL, SUTEV, SUDEA, ASTRACATOL, SIMANA, SINTRABECOLICAS, SNTT, ASONAL JUDICIAL, SINALSERPUB, SINTRAINAGRO, ASINORT, SINTRAELECOL, ASEINPEC, USO,SINTRAEMPAQUES, EDUCAL, SINTRAGRIN y la Asociación Sindical de Areneros y Balasteros del Quindío.
Abril fue el mes mas violento, once sindicalistas fueron asesinados, en enero cinco, en febrero cuatro, en marzo cinco, en mayo cuatro, en junio cuatro, en julio uno, en agosto uno y en septiembre dos.
Según Luis Alberto Vanegas los panfletos amenazantes contra la dirigencia sindical no cesan, las Águilas negras, los Urabeños y otros grupos de la ultraderecha siguen amenazando y persiguiendo al movimiento sindical.
“Un alto porcentaje de quienes amenazan y persiguen a los sindicalistas, son los ejércitos privados paramilitares financiados por empresarios latifundistas” resaltó el representante de derechos humanos de la CUT.
El 87 por ciento de las violaciones a derechos humanos se cometen contra la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, CUT dijo Luis Alberto Vanegas
Las estadisticas de sindicalistas asesinados en las tres centrales obreras del país desde 1986 al 2008 es de 2655 y en el 2009 de 46 .
Colombia fue de nuevo en 2009 el país más peligroso del mundo para el movimiento sindical, con 40 dirigentes o activistas asesinados, nueve menos que en 2008.
Desde 1986, cuando se fundó la CUT, la mayor central obrera de Colombia, en este país han sido asesinados 2.721 sindicalistas, de ellos 573 desde agosto de 2002, cuando inició el Gobierno del ex presidente Álvaro Uribe.
Este es el listado de sindicalistas asesinados este año:
Norberto García Quiceno, * trabajador de base SUTEV- CUT (Trujillo- Valle) asesinado enero 2 del 2010.
Carlos Andrés Cheiva, trabajador de base SUDEA-CUT (Leticia- Amazonas) asesinado enero 18 del 2010.
Jaime Bazante Guzmán, activista sindical ASOINCA-CUT (Caloto- Cauca) asesinado enero 19 del 2010.
Henry Saúl Moya Moya, activista sindical ASTRACATOL-CUT (Rovira- Tolima) asesinado enero 22 del 2010.
Overto Beltrán Narváez, trabajador de base ADEMACOR-CUT (San antero- Córdoba) asesinado enero 28 del 2010.
Rigoberto Polo Contreras, trabajador de base, ADEMACOR- CUT (Tuchín- Córdoba) asesinado febrero 3 del 2010.
Omar Alonso Restrepo, activista sindical, FEDEAGROMISBOL no confederado (Montecristo- Córdoba) asesinado febrero 10 del 2010.
José de Jesús Restrepo, activista sindical, FEDEAGROMISBOL (Montecristo- Bolívar) asesinado febrero 10 del 2010.
Beatriz Alarcón, docente ADIDA-CUT (Sabaneta - Antioquia) asesinada febrero 13 del 2010.
Francisco Ernesto Goyes Salazar, trabajador de base SIMANA-CUT (Santa cruz - Nariño) asesinado marzo 12 del 2010.
Israel Verona, trabajador de base, ACA-CUT (Saravena- Arauca) asesinado marzo 17 del 2010.
Rosendo Rojas Tovar, trabajador de base, AICA-CUT (San Vicente del Caguán- Caquetá) asesinado marzo 20 del 2010.
Gustavo Gil Sierra, activista sindical, ADIDA-CUT (Aranjuez- Antioquia) asesinado marzo 20 del 2010.
Miyer Antonio Garcés Rosero, trabajador de base, ASOINCA-CUT (Popayán- Cauca) asesinado marzo 26 del 2010.
Javier Cárdenas Gil, junta directiva Asociación sindical de Areneros y Balasteros del Quindío-CUT (La Tebaida- Quindío) asesinado abril 1 del 2010.
Henry Ramírez Daza, junta directiva SINTRABECÓLICAS-CUT (Ibagué- Tolima) asesinado abril 11 del 2010.
Arnulfo Torres Sánchez, trabajador de base ADIDA-CUT (Itagüí- Antioquia) asesinado abril 15 de 2010.
Francisco Valerio Orozco, trabajador de base ADIDA-CUT (Bajo Cauca- Antioquia) asesinado abril 16 de 2010.
José Isidro Rangel Avendaño, trabajador de base SNTT-CUT (Cartagena- Bolívar) asesinado abril 19 de 2010.
Jorge Iván Montoya Torrado, trabajador de base SNTT-CUT (Cartagena- Bolívar) asesinado abril 20 de 2010.
Elkin Eduardo González, trabajador de base ADEMACOR-CUT (Tierralta- Córdoba) asesinado abril 21 de 2010.
Aliciades González Castro, trabajador de base ACA-CUT (Tame- Arauca) abril 21 de 2010.
Diego Fernando Escobar Munera, trabajador de base ASONAL JUDICIAL-CUT (Medellín- Antioquia) asesinado abril 22 de 2010.
Benito Díaz Álvarez activista sindical ADEMACOR-CUT (San Bernardo del viento- Córdoba) asesinado abril 25 del 2010.
Javier Estrada Ovalle, activista sindical SUTEV-CUT (Cali- Valle) asesinado abril 27 de 2010.
Fabián Franco Tigreros, junta directiva SINALSERPUB-CUT (Jamundi- Valle) asesinado mayo 4 de 2010.
Francisco Antonio Abello Rebollo, activista sindical SINTRAINAGRO-CUT (Pueblo viejo-Magdalena) asesinado mayo 17 de 2010.
Leslien Torcoroma Peñaranda Blanco, trabajador de base ASINORT-CUT (Abrego- Norte de Santander) asesinado mayo 18 de 2010.
Martin Isaac Soto Niebles, trabajador de base SINTRAELECOL-CUT (Santamarta- Magdalena) asesinado mayo 30 de 2010.
Hernán Abdiel Ordoñez Dorado, junta directiva ASEINPEC-CGT (Cali- Valle) asesinado junio 5 de 2010.
Nelson Camacho González, trabajador de base USO-CUT (Barrancabermeja- Santander) asesinado junio 17 de 2010.
Ibio Efrén Caicedo, activista sindical ADIDA-CUT (Caucasia- Antioquia) asesinado junio 19 de 2010.
Fernando Lobo Aragón, trabajador de base ASOINCA-CUT (Santander de quilichao- Cauca) asesinado julio 31 de 2010.
Luis Germán Restrepo, junta directiva SINTRAEMPAQUES-CGT (Medellín- Antioquia) asesinado agosto 12 de 2010.
Legardo Forero Moreno, trabajador base EDUCAL-CUT (Anserma- Caldas) asesinado septiembre 9 de 2010.
Nelson Murillo Taborda, junta directiva SINTRAGRIN-CUT (El Castillo- Meta) asesinado septiembre 9 de 2010.
Prensa Rural
miércoles, 25 de agosto de 2010
Asesinado líder de desplazados al sur de Colombia
Fue hallado sin vida el cuerpo del líder colombiano, Beto Ufo Pineda, quien pertenecía a la ONG Nueva Florida. La Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento en Colombia señaló que no se conocía el paradero de Pineda desde el pasado 17 de agosto.
El cuerpo del líder colombiano de la Organización Nueva Florida, Beto Ufo Pineda, fue hallado en la zona rural de Popayán, capital del departamento del Cauca (sureste de Colombia). Este es el segundo defensor de los derechos humanos que asesinan en menos de 24 horas en ese país suramericano.
La Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), señaló este martes, a través de un comunicado que no se sabía nada del líder colombiano desde el 17 de agosto pasado.
Codhes indicó en el documento que Pineda salió (el pasado 17 de agosto) "muy temprano a realizar sus labores agrícolas", en una finca que se encuentra ocupada por 10 familias desplazadas. El terreno fue entregado por el Gobierno colombiano en el año 2007.
Posteriormente, el cadáver del dirigente fue encontrado dos días más tarde en Popayán. El caso quedó en manos de la Fiscalía General en la misma ciudad, que más tarde lo identificó de manera plena.
Codhes detalló que Pineda "tenía medidas de protección" y denunció que la líder Olga Castaño, de desplazados en Popayán, "fue agredida físicamente" este martes por un motorizado, de quien no se tiene identificación, en las calles de la ciudad.
Ufo Pineda murió como consecuencia de varias heridas por armas blancas y su caso es el número 38 de líderes desplazados, que desde el 2002, han asesinado en Colombia.
Este lunes, el legislador colombiano Iván Cepeda denunció el asesinato de una delegada de Derechos Humanos que participó en la audiencia sobre la fosa común de La Macarena (sureste), considerada la más grande de Latinoamérica.
La víctima fue identificada como Norma Irene Pérez, una madre de cuatro menores que trabajaba como agricultora y realizaba labores a favor de la defensa de los Derechos Humanos en su país. Su cuerpo fue encontrado en la vereda La Unión, municipio de la Macarena con varios disparos, seis días después de reportarla como desaparecida.
Según estadísticas de Codhes y la Iglesia Católica, desde el año 1985 más de cuatro millones de colombianos han dejado sus tierras debido al conflicto armado interno. No obstante, de acuerdo con un informe difundido este martes por la Organización de Naciones Unidas (ONU), este año se ha registrado más de 7 mil 500 personas desplazadas.
Protección para más de 500 refugiados
La única concejal indígena de Bogotá (capital colombiana), la arhuaca Ati Quigua, pidió este martes protección a más de 500 aborígenes de la etnia embera que viven en condición de desplazados en dicha localidad.
Quigua denunció que los indígenas son discriminados, amenazados y agredidos; asimismo, advirtió que al menos dos de ellos han sido apuñalados en las calles del barrio del centro de la ciudad.
"Son víctimas del desplazamiento y, también, de unos comportamientos contrarios al buen trato, mientras que la gestión pública (en favor de ellos) es muy lenta", insistió la edil colombiana.
Sostuvo que los afectados son 506 emberas, pertenecientes a las zonas más conflictivas de los departamentos de Antioquia, Chocó y Risaralda, todos en el noroeste colombiano. Del total, el 53 por ciento son niños y el 30 por ciento son madres viudas.
"Son desplazados, porque sus territorios son de conflicto armado y están en medio del fuego cruzado, y sus autoridades no pueden hacer denuncias porque los asesinan junto a sus familias", lamentó la autoridad local.
Cuando no huyen por el conflicto armado, los colombianos son desalojados por los promotores de grandes proyectos, agregó Quigua.
Por último, señaló que no es posible el regreso a sus tierras debido a la falta de seguridad.
Telesur
lunes, 23 de agosto de 2010
Asesinan a defensora de DDHH que participó en auditoria de fosa de La Macarena en Colombia
Iván Cepeda también denunció la existencia de una nueva fosa común que al parecer en el cementerio de Granada existen registros oficiales de unos 460 cadáveres no identificados, que se presumen como víctimas de falsos positivos y que fueron enterrados entre los años 2001 y 2010.
La fosa común hallada en La Macarena, suroriente de Colombia, es la más grande de Latinoamérica.
El legislador colombiano Iván Cepeda denunció este lunes el asesinato de una delegada de Derechos Humanos que participó en la audiencia sobre la fosa común de La Macarena (sureste de Colombia), considerada la más grande de Latinoamérica.
Se trata de Norma Irene Pérez, una madre de cuatro menores que trabajaba como agricultora y realizaba labores a favor de la defensa de los Derechos Humanos en su país.
Su cuerpo fue encontrado en la vereda La Unión, municipio de la Macarena con varios disparos, 6 días después de reportarla como desaparecida.
Varios congresistas y organizaciones No Gubernamentales pidieron al entonces Gobierno del ex presidente, Álvaro Uribe, protección y garantías para testigos y asistentes que asistieron a la auditoría de la fosa encontrada.
"Habíamos reclamado garantías y seguridad y este hecho muestra que las garantías no se dieron y que las palabras del presidente Álvaro Uribe señalando que quienes participamos en esa audiencia éramos voceros del terrorismo han generado un ambiente propicio para que ocurran estos hechos de violencia", explicó Cepeda.
Ante esto, crece el temor de los defensores de derechos humanos y los políticos de la oposición que participaron en la audiencia, de acuerdo con Cepeda, quien exige una investigación por el asesinato de la líder.
A finales de julio una delegación de Europa y Estados Unidos, encabezada por seis eurodiputados, certificó este viernes tras una audiencia pública en la localidad de Macarena, la existencia de una fosa común con dos mil cadáveres no identificados.
Allí se encontraban senadores de oposición, como Piedad Córdoba y varios activistas por los Derechos Humanos, y muchos pobladores que decidieron romper el silencio y hablaron con los eurodiputados sobre el uso que el Ejército colombiano hacía de sus helicópteros para dejar los cuerpos sin vida y luego se retiraban.
La eurodiputada Ana Gómez dijo en ese momento que los cadáveres estarían enterrados cerca de un batallón del Ejército colombiano y no se descarta que esos cuerpos sean productos de los llamados "falsos positivos", como lo señaló.
Encuentran nueva fosa común
Cepeda: Hay tumbas en las que se han podido encontrar casos de personas presuntamente víctimas de falsos positivos.
La existencia de una nueva fosa común en Colombia con más de cuatrocientos cadáveres que podrían encontrarse en el cementerio de Granada, departamento del Meta en el centro de la nación suramericana, fue denunciada por Iván Cepeda.
"Hay 460 cadáveres, algunos se presume como falsos positivos (...) Hay al parecer 460 cadáveres en un registro oficial que tiene el cementerio", señaló el senador del Polo Democrático Alternativo.
Agregó que en el municipio de Granada está el Batallón 21 Vargas, que actúa en toda esa región y "ahí hay denuncias, incluso hay tumbas en las que se ha podido encontrar, no muchos, pero si algunos casos de personas que presuntamente habrían sido víctimas de falsos positivos", dijo.
Se presume que los cuerpos de las 460 víctimas fueron enterrados entre los años 2001 y 2010, durante el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe.
En Colombia ya son varias las fosas comunes que se conocen de cadáveres no identificados en los últimos años.
El pasado mes de julio, una delegación de Europa y Estados Unidos, encabezada por seis eurodiputados, certificó tras una audiencia pública en la localidad de La Macarena (suroriente), la existencia de una fosa común, la más grande de Latinoamérica, con dos mil cadáveres no identificados.
En esa audiencia pública asistieron unos 800 campesinos de las regiones de Guayabero, Ariari, Güéjar, Guaviare y el departamento del Caquetá, acompañados por la numerosa delegación extranjera, congresistas de la oposición y la senadora colombiana Piedad Córdoba.
En está audiencia también se conoció la grave crisis humanitaria en los llanos orientales de Colombia, como consecuencia del Plan Colombia promovido por Estados Unidos para "luchar" contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Los campesinos de La Macarena han padecido el estigma de vivir en una zona marcada por la guerra, agudizada desde 2003 con la llegada de ese plan.
La existencia de una fosa común con restos de al menos dos mil personas fue denunciada en diferentes oportunidades por los habitantes de la comunidad sureña de La Macarena.
Organizaciones no Gubernamentales (ONG) de Colombia exigieron el pasado mes de abril a la Corte Constitucional la eliminación de dos leyes de 1997 y 2002 porque no incluyen de manera expresa a las desapariciones forzadas o falsos positivos dentro de la categoría de víctimas de la violencia política.
En Colombia se denomina ejecuciones extrajudiciales o falsos positivos a civiles que son presentados como guerrilleros muertos en combate.
Funcionarios del Ejército colombiano han incurrido en el delito de falsos positivos como parte del programa gubernamental de seguridad, basado en hacer ver supuestas bajas a la guerrilla y a grupos armados ilegales de la nación.
Para julio de 2009, la totalidad de los expedientes abiertos por casos de falsos positivos sumaban 686 en la Procuraduría colombiana.
Telesur
lunes, 16 de agosto de 2010
Colombia: otro sindicalista asesinado
Sicarios asesinan al sindicalista Germán Restrepo en Medellín
El presidente del sindicato de empaques, Sintraempaques tenía 58 años murió a manos de sicarios en el centro de la capital del Departamento de Antioquia.
El crimen de Germán Restrepo se suma a la larga lista de voceros sindicales caídos en la horrible tragedia violenta que vive Colombia. Un total de 547 sindicalistas colombianos han sido asesinados en este país en los últimos ocho años, 32 de ellos en 2010, denunció la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
El presidente de la organizacion sindical, Tarsicio Mora, dijo que muchos de los crímenes siguen sin ser investigados por las autoridades, por lo que pidió acelerar los procesos judiciales.
La CUT atribuye la mayoria de las muertes a una campana de "exterminio" contra la dirigencia sindical colombiana, que a su juicio promueven grupos paramilitares de ultraderecha en varias zonas del pais andino.
Medellín es una ciudad donde ha sido notorio el fracaso de la política de seguridad democrática, por los altos indices de violencia urbana que se presentan y la confrontación permanente de bandas delincuenciales y el accionar de grupos paramilitares al servicio del narcotráfico.
Prensarural
martes, 10 de agosto de 2010
Colombia: localizan 140 fosas comunes en el Departamento del Cesar
Con el descubrimiento e identificación de 140 fosas comunes en el Departamento del Cesar, en la región Caribe colombiana, continúa el macabro hallazgo de cementerios clandestinos donde los paramilitares y miembros de las fuerzas militares enterraban a sus víctimas en aplicación de la política de “seguridad democrática” del ex presidente Álvaro Uribe Vélez.
Según el informe divulgado en www.elpaisvallenato.com la ‘verdad’ de la historia de horror que vivió en el Cesar, sigue sin conocerse a pesar del avance del proceso de la Ley de Justicia y Paz. El tema vuelve a estar en la mesa, durante ‘la semana por la verdad, que se desarrolla en la ciudad hasta el 13 de agosto.
Dentro de esa ‘verdad’ se logró identificar en el Cesar, 140 fosas comunes, a través de las audiencias de los ex paramilitares, sin embargo, se desconoce el número real de víctimas. “Algunas personas que estaban como desaparecidas, fueron ubicadas en esas fosas”, dijo Antonio Calvo, director regional de la CNRR, quien sostuvo que esto refleja la magnitud de la violencia en la región.
Sin embargo, para el mismo funcionario, la reparación sigue siendo un proceso lento y que poco se avanzado en el Cesar. Mientras en el país se conoce una sentencia, aquí aún no hay ninguna a pesar de que 20 mil personas han denunciado delitos.
Se estima que en el departamento hay cerca de 140 mil víctimas, sin contar con algunas de las familias desplazadas que aún no hacen parte del proceso, porque en su mayoría no se sienten víctimas. “La gente desconoce sus derechos y solo creen que la condición de desplazados les sirve para recibir una ayudad de Acción Social”, sostuvo Calvo.
Otra de las revelaciones hechas durante la rueda de prensa, donde participó además Rosangela Pimienta, asesora de paz del departamento y Gabriel Turriago, coordinador Territorial del PNUD en el Cesar, es que las víctimas en su mayoría son mujeres, por lo que esta actividad en parte es un homenaje a quienes tienen el mayor peso de la violencia.
“Con este evento lo que se busca es tomarle el pulso al proceso de Justicia y Paz en el Cesar, porque se conoce como avanza en otras regiones, pero no este, por lo que el espacio servirá para conocer más verdad del horror que pasó esta región”, dijo Gabriel Turriago.
La semana inició con cines bajo las estrellas, que consiste en llevar cine a los barrios en su mayoría películas con referencia a temas de mujeres, seguido de conversatorios, foros, talleres y concierto musical.
Patriagrande
sábado, 7 de agosto de 2010
Tras ocho años en el poder Uribe deja un sistema de salud deficiente y en bancarrota
En ocho años del Gobierno de Uribe, el sistema de salud entró en franco declive, según han denunciado fuentes gremiales y especializadas del sector. ''El sistema está en bancarrota, la plata (dinero) propia ya se acabó, estamos viviendo al debe con un préstamo que alcanza hasta diciembre'', advirtió el presidente de Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), Juan Manuel Díaz Granados.
Tras ocho años de Gobierno, el presidente saliente de Colombia, Álvaro Uribe, deja un sistema de salud deficiente y en bancarrota, según denuncian fuentes del sector.
El director de la Asociación de Clínicas y Hospitales de Colombia, Juan Carlos Giraldo, denunció que tras casi una década al frente del Ejecutivo Uribe deja un sistema de salud deficiente y sumido en una grave crisis financiera.
La Asociación de Clínicas y Hospitales realizó un diagnóstico denominado Evaluación de la Agenda Pendiente que revela el estado deficitario del sistema de salud, con una deuda hospitalaria que asciende a los 2,8 billones de pesos (poco más de un millón y medio de dólares).
"El Estado es uno de los mayores deudores frente a las Clínicas y Hospitales con deudas que a diciembre de 2009 alcanzaron los 632 mil 639 millones de pesos (unos 353 millones de dólares)", reza el informe.
Giraldo explica que los problemas financieros del sector salud en Colombia son crónicos y que las promesas hechas por Uribe para solventar esta situación han sido incumplidas.
"Los compromisos asumidos por el propio Presidente de la República para mejorar los procedimientos y regular la relación entre las EPS (Empresas Promotoras de Salud) y los centros hospitalarios, fueron incumplidos por sus funcionarios", denunció Giraldo.
Las Empresas Promotoras de Salud son entidades públicas que actúan como intermediarias y administradoras de los recursos que provee el estado y los prestadores de los servicios sanitarios.
En cuanto a la vigilancia y control, la Asociación de Clínicas y Hospitales dijo que otro tema pendiente es el fortalecimiento de la Superintendencia Nacional de Salud, entidad que no cuenta con suficientes recursos técnicos ni monetarios para sancionar a los infractores.
Por su parte, el presidente de Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), que agrupa a las EPS privadas, Juan Manuel Díaz Granados, aseguró que el sistema de salud de Colombia está en bancarrota y que sobrevive gracias a los préstamos de la banca privada.
"El sistema está en bancarrota, la plata (dinero) propia ya se acabó, estamos viviendo al debe con un préstamo que alcanza hasta diciembre", advirtió Díaz Granados.
El dirigente gremial opinó que debe ser prioridad del gobierno de Juan Manuel Santos, que asumirá este 7 de agosto venidero, un cambio de fondo en el sistema de salud para garantizar su supervivencia.
"Dentro de la agenda del nuevo Gobierno está abordar el cambio del sistema de salud ante el Congreso. Una Ley estatutaria que regule a la salud, se requiere una modulación sobre la tutela", indicó.
El director de la Asociación de Clínicas y Hospitales de Colombia, Juan Carlos Giraldo, denunció que tras casi una década al frente del Ejecutivo Uribe deja un sistema de salud deficiente y sumido en una grave crisis financiera.
La Asociación de Clínicas y Hospitales realizó un diagnóstico denominado Evaluación de la Agenda Pendiente que revela el estado deficitario del sistema de salud, con una deuda hospitalaria que asciende a los 2,8 billones de pesos (poco más de un millón y medio de dólares).
"El Estado es uno de los mayores deudores frente a las Clínicas y Hospitales con deudas que a diciembre de 2009 alcanzaron los 632 mil 639 millones de pesos (unos 353 millones de dólares)", reza el informe.
Giraldo explica que los problemas financieros del sector salud en Colombia son crónicos y que las promesas hechas por Uribe para solventar esta situación han sido incumplidas.
"Los compromisos asumidos por el propio Presidente de la República para mejorar los procedimientos y regular la relación entre las EPS (Empresas Promotoras de Salud) y los centros hospitalarios, fueron incumplidos por sus funcionarios", denunció Giraldo.
Las Empresas Promotoras de Salud son entidades públicas que actúan como intermediarias y administradoras de los recursos que provee el estado y los prestadores de los servicios sanitarios.
En cuanto a la vigilancia y control, la Asociación de Clínicas y Hospitales dijo que otro tema pendiente es el fortalecimiento de la Superintendencia Nacional de Salud, entidad que no cuenta con suficientes recursos técnicos ni monetarios para sancionar a los infractores.
Por su parte, el presidente de Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), que agrupa a las EPS privadas, Juan Manuel Díaz Granados, aseguró que el sistema de salud de Colombia está en bancarrota y que sobrevive gracias a los préstamos de la banca privada.
"El sistema está en bancarrota, la plata (dinero) propia ya se acabó, estamos viviendo al debe con un préstamo que alcanza hasta diciembre", advirtió Díaz Granados.
El dirigente gremial opinó que debe ser prioridad del gobierno de Juan Manuel Santos, que asumirá este 7 de agosto venidero, un cambio de fondo en el sistema de salud para garantizar su supervivencia.
"Dentro de la agenda del nuevo Gobierno está abordar el cambio del sistema de salud ante el Congreso. Una Ley estatutaria que regule a la salud, se requiere una modulación sobre la tutela", indicó.
viernes, 6 de agosto de 2010
Policía colombiano confiesa que manipuló información en supuesta computadora de Raúl Reyes
Ronald Coy, investigador de la policía colombiana y testigo en el juicio que se sigue contra la sindicalista Liliana Obando por sus supuestos vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) confesó ante un tribunal que manipuló la información que se encontraba en los ordenadores supuestamente pertenecientes al fallecido jefe de las Farc, Raúl Reyes, quien fue asesinado por el ejército colombiano durante un bombardeo en Ecuador que violó la soberanía territorial de ese país.
De acuerdo a una nota publicada este jueves en el portal Europa Press, a la pregunta de la parte fiscal de si “abrió la información y la manipuló antes de que esa información fuera sometida a control de legalidades, sin que existiera entonces autorización legal para ello”, el policía respondió: “Sí señor”.
El abogado de la sindicalista investigada por sus supuestos vínculos con las Farc, Eduardo Matías, declaró posteriormente al servicio de noticias CM& que con la confesión de Coy, las acusaciones contra su defendida han perdido toda base jurídica.
“Se evidencia un manejo desbordado por parte del funcionario judicial y un abuso de autoridad que viola el debido proceso y por tanto la prueba no puede ser tenida en cuenta como tal dentro de un proceso penal”, señaló el abogado.
Pero ese no es el único caso en el que los computadores cuya propiedad fue atribuida a Reyes han sido utilizados como “pruebas”. De hecho, el Gobierno colombiano ha sustentado gran parte de sus acusaciones en contra Venezuela y Ecuador, al presentar una y otra vez como "pruebas" supuestos correos electrónicos y datos “extraídos” del computador, que según tal versión habría resistido a un bombardeo con misiles que arrojó un saldo de más de 20 guerrilleros abatidos.
En 2008, el Gobierno colombiano, a través del Director de la Policía Nacional general Oscar Naranjo, difundió parte de supuesto contenido de uno de los tres computadores que se habrían hallado junto al cadaver de Reyes y dijo que se habían encontrado “evidencias” del apoyo del presidente venezolano Hugo Chávez y su par ecuatoriano, Rafael Correa, a grupos insurgentes de las Farc.
En esa oportunidad, los dos gobiernos involucrados aseguraron que la información mencionada por Naranjo era fabricada, cosa que ahora permite corroborar la confesión de Coy.
Naranjo, adelantándose a las suspicacias que podría despertar la “información” entonces revelada, anunció en ese momento que el contenido de los computadores sería sometido a “valoración técnica internacional”, cuestión que nunca se ha cumplido.
Sin embargo, lo que no ha cesado son los señalamientos de Bogotá contra Caracas por el supuesto apoyo venezolano a las Farc, acusación en la cual las “pruebas” presentadas gozan siempre de la misma “credibilidad” del intervenido computador de Reyes.
El episodio más reciente en la agresiva campaña del gobierno uribista fue en la Organización de Estados Americanos (OEA), cuando el embajador neogranadino, Luis Alfonso Hoyos, presentó unas fotografías de dudosa procedencia y videos tomados de un servicio gratuito de internet como “evidencias” del “respaldo” del gobierno de Chávez a grupos insurgentes colombianos.
La presentación de Hoyos —sobre quien pesa una inhabilitación de por vida por haber estado involucrado en delitos vinculados a la "narcopolítica"— derivó en la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países, anunciada por el Presidente venezolano.
AVN
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