lunes, 14 de noviembre de 2011
Entrevista a Ástor García, responsable de Internacional del PCPE
PREGUNTA: ¿Creen que actualmente la política económica nacional está sujeta a las decisiones de París o Berlín?
RESPUESTA: La economía española lleva muchos años sometida a los dictados de instituciones supranacionales como son la Unión Europea, el FMI y el Banco Mundial. Esto no es algo nuevo, pero es cierto que la crisis estructural del capitalismo lo ha desvelado para amplios sectores que hasta ahora no eran conscientes o directamente lo negaban.
Las políticas que se están aplicando desde la UE no pueden servir para “salir de la crisis” puesto que son las mismas que favorecieron la generación y estallido de esta crisis. De nada sirve que el tipo de cambio lo marque el Banco Central de España o que el gobierno fije precios si no se elimina el problema básico del capitalismo, que el fruto del trabajo de la clase obrera se lo apropie el patrón y de él extrae el beneficio.
P: ¿Qué opina su partido sobre China? ¿Condenan ustedes su nula preocupación por los derechos humanos?
R: El Partido Comunista de los Pueblos de España analiza el desarrollo politico y económico de China pero no tenemos una posición cerrada, puesto que hay multitud de datos contradictorios que no facilitan afirmaciones sobre el caracter politico de la República Popular China. El PCPE reconoce que China hoy no representa un gobierno socialista, no obstante seguimos analizando las medidas que el gobierno chino decide para su pueblo y su papel en la escena internacional.
El tema de los derechos humanos hay que verlo de una manera más amplia, por ejemplo hablando de la tasa de suicidios en France Telecom, en relación a lo que Marx decía de que “el capital llega a los bancos centrales chorreando sangre”. Hoy que, como en toda crisis capitalista se produce un acelerado proceso de concentración y centralización del capital, hay que decir que los regueros de sangre recorren toda Europa hasta la sede de los bancos centrales de la UE. Si se asume esto, entonces podemos hablar de derechos humanos.
P: ¿Qué posición mantienen con el gobierno de los Castro en Cuba?
R: El PCPE apoya firmemente a la Revolución Cubana porque gracias a ella en Cuba gobierna todo un pueblo que está orgulloso de su Revolución, de los logros que ha alcanzado una pequeña isla de 11 millones de habitantes, asediada por la principal potencia militar del mundo y con una economía maltrecha después de que se terminaran las relaciones comerciales con los países del antiguo bloque socialista. Conviene siempre apoyarse en datos: en el proceso de debate celebrado en primavera participaron 8 millones de cubanos y cubanas, que presentaron más de dos millones de enmiendas a la propuesta original. La pregunta que me hago es: ¿cuántos ciudadanos españoles han sido consultados acerca de las políticas marcadas por la UE en el último período?
P: Una de las cuestiones de más trascendencia en estos últimos años de la política exterior española es el posicionamiento a favor o en contra del Sáhara Libre. ¿Están ustedes a favor o en contra y por qué?
R: Nosotros siempre hemos defendido el derecho del pueblo saharahui a decidir sobre su propio futuro, en su lucha por la soberanía y su libertad. Hace más de 30 años que existe una resolución de la ONU que reconoce el derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental, pero las maniobras y alianzas de Marruecos con Francia y Estados Unidos lo han bloqueado sistemáticamente.
P: El Consejo Nacional de Transición libio ha declarado su intención de basar la nueva constitución en la Sharia. Además en Túnez y posiblemente en Egipto los islamistas moderados han o van a ganar las elecciones. ¿Qué opinión le merece a su partido todos estos hechos?
R: Sobre esto deberían opinar más ampliamente aquellos que han defendido o callado ante la intervención de la OTAN en Libia y quienes han jaleado la muy mediática “primavera árabe”. En el PCPE siempre nos hemos comprometido con un riguroso análisis de los procesos de los pueblos y nuestra opinión siempre la hemos difundido, muchas veces a contracorriente de la marcada por sectores populistas y oportunistas.
P: Países como Guinea Ecuatorial o Venezuela cada año nos suministran petróleo a cambio de apoyar a los gobiernos de Obiang y Chávez. ¿Ven ustedes este hecho como algo aceptable?
R: Sí, ya que ellos tienen y España no, esto es economía básica. ¿Se apoya a los gobiernos de los países de los que se importa petróleo? Lo dudo mucho, no hay más que ver los continuos ataques de los dos grandes partidos al legítimo gobierno bolivariano de Venezuela. O el mismo caso de Libia, ¿apoyaba el gobierno español a Gadaffi? No, más bien el gobierno español maniobró para librarse de Gadaffi y así obtener mejores condiciones en el reparto de los recursos naturales libios. Son cosas muy diferentes.
P: Ahora que Palestina ha entrado en la UNESCO, cada vez tiene más cerca la independencia total. ¿Su partido apoya o no la soberanía del estado palestino y por qué?
R: La apoyamos totalmente, sin fisuras. El caso palestino es una verdadero atentado contra un pueblo: se invade un territorio, se expulsa a la gente de sus tierras, se crea un nuevo Estado, como el israelí, que realiza acciones terroristas, se instalan colonias y se levantan muros de hormigón que dividen el propio territorio palestino, cada vez más reducido. Y luego se acusa a los palestinos de terroristas por tratar de revertir esta situación. Israel existe porque le interesa a EEUU y la UE, quienes quieren tener un país promotor de sus intereses geoestratégicos en el Medio Oriente.
P: Si su partido ganase las elecciones, ¿qué posición tomaría con respecto a Gibraltar?
R: Nosotros planteamos salirnos de la OTAN y abandonar esa vía de desarrollo basada en el pillaje, el saqueo y la explotación, y entre las consecuencias de sacar a España de la OTAN está el que las bases militares de Morón o Rota, por poner dos ejemplos, dejen de estar en manos de Estados Unidos. En esa lógica se inserta el asunto de Gibraltar y sólo ahí cobra sentido exigir la recuperación de la soberanía sobre el peñón. Otras posiciones son patrioterismo barato y españolismo del más rancio.
P: Su partido se define como comunista. ¿Opina que la política de Kim Jong Il en Corea del Norte es ‘comunista’?
R: La política de la República Popular Democrática de Corea es socialista. Para alcanzar el comunismo, es necesario primero que se desarrolle la que denominamos etapa inferior del comunismo, o “comunismo inmaduro”, que es el socialismo, donde las relaciones de producción no son aún comunistas completamente, pero se sientan las bases para alcanzarlas. En este sentido, la RPDC, igual que lo fue la URSS en su día, es un país socialista, puesto que se están eliminando las relaciones capitalistas de producción.
P: ¿Qué opinión le merece Nepal, donde los maoístas han conseguido el poder mediante la guerrilla?
R: Las formas de lucha de los comunistas varían en función de la realidad concreta en la que se desarrolla la lucha de clases. En Nepal los maoístas no han alcanzado el poder mediante la lucha guerrillera. El Partido Comunista de Nepal (maoísta) alcanzó un acuerdo con el gobierno nepalí de abandono de la lucha armada y el anterior primer ministro nepalí y dirigente del PCN(m), Prachanda, lo fue a través de unas elecciones, gobernando luego en coalición con otros partidos.
P: ¿Impulsará su partido las cumbres iberoamericanas como un auténtico foro de los países de habla hispana y portuguesa?
R: Hasta hace poco las cumbres de ese tipo eran un espacio en el que las antiguas potencias colonizadoras daban lecciones a las antiguas colonias. Esta situación a día de hoy ha cambiado bastante puesto que en América hay muchos gobiernos progresistas y antiimperialistas quienes, sin romper con el capitalismo, buscan una balanza de poder más equilibrada en el seno del mismo. Los intercambios multilaterales entre países soberanos son algo deseable en las relaciones internacionales, pero no si en realidad camuflan la voluntad de imponer un modelo económico o la apertura total de los mercados nacionales a los monopolios extranjeros.
P: ¿Consideran justificables los actos de los Jemeres Rojos, que están siendo juzgados actualmente?
R: En nombre de la interpretación más estrecha del maoísmo se cometieron en Camboya muchos desmanes, que valieron la condena de los países socialistas en su momento. Nosotros no somos maoístas y nunca lo hemos sido, ni tenemos por qué justificar lo que cualquiera que se autodenomine comunista hace. El mejor ejemplo de mis palabras es que al gobierno del Jemer Rojo le puso fin el Vietnam socialista.
Miradas de Internacional
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