Por Viorel Lupescu (Enmerkar)
El gobierno español dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero (ZP) logró que la Cámara de los Diputados aprobara la reforma laboral (un eufemismo que encubre el verdadero caracter de la medida) con la cual, entre otras disposiciones se ordena reducir en un 5% el salario de los empleados estatales, se congelan las jubilaciones, se abrogan beneficios sociales varios (como el cheque bebé, una asignación por cada recién nacido) y se abarata la indemnización por despido por cada trabajador. Con todo esto, el gobierno socialdemócrata español aspira a salvar a la democracia de pocos que existe en España, y que el precio de la fiesta lo paguen los trabajadores. No quiero hablar tampoco, de la inflación o la deflación (que tampoco es algo bueno para ninguna economía) que puede asomar en el futuro cercano o mediano, lo que sí sabemos es que la situación ha llegado a punto tal de el Fondo Monetario Internacional y otros socios de la banca usurera internacional ya han dispuesto un paquete de ayuda (qué nombre tan siniestro) por 250.000 millones de euros, que resulta ser un tercio del total que giró la Comisión Europea. Si ya Grecia necesitó plata para su "rescate" (en verdad, el rescate de los bancos y de la plutocracia, con el claro objeto de las potencias centrales europeas de ganar dinero con la crisis griega, y ahora claro, con la española), entonces la cosa no debe andar mucho mejor en el Estado Español.
Ahora lo que la UE exige es reducir el déficit presupuestario del elevado 11,2% al 3%, de acuerdo a los estándares fijados por los economistas liberales, tan expertos en crear presupuestos que garanticen "solvencia" a costa del bienestar del pueblo. Pero las proyecciones que vienen haciendo las agencias capitalistas nos dan cuenta de que se espera un crecimiento negativo de la economía española para el presente año 2010. En tanto, la consultora Fitch le había bajado el pulgar a la deuda del país ibérico.
Existen otros detalles más bien técnicos del tijeretazo socialdemócrata, pero quiero abarcar unos puntos relacionados al panorama español. El primero, que los medios de comunicación (ya sabemos en manos de quiénes) insisten en que el gobierno de Zapatero está en la pendiente, con encuestas que le marcan once puntos por debajo del Partido Popular. Y claro, los conservadores, que son parte de la misma maquinaria, pero ansían reconquistar el asiento del primer ministro, van a abstenerse o votar en contra invariablemente, de este hachazo del partido del clavel. Intentan desviar el foco de atención hacia la puja electoral y la "pelea política" que existe en España a causa de una crisis económica que se extiende con un huracán. El temor ya se hace sentir con los ajustes ya decretados -aún haaaay más- por las administraciones capitalistas de Gran Bretaña, Francia, Alemania y Rumania. Y con el FMI imponiendo una vez más condiciones draconianas a quienes se atrevan a pedirle guita de prestado. Los aplausos y elogios del director de este organismo financiero mundial, Dominique Strauss-Kahn ("socialista" francés) lo dicen todo.
El derrumbe del falso bienestar español, basado en ladrillo, playa y sol, como tantas veces he dicho, se asemeja al estado de cartón que construyó el menemismo en los años 90...y a su dramático desenlace. Lo mismo Grecia. Y ahora sólo falta esperar cuál será la reaccíón popular. Los gremios ya amenazaron con una huelga general para septiembre. ¡Pero qué carajo importa -disculpen a este escriba- una huelga general para dentro de dos meses!. Los capitalistas siguen llenándose los bolsillos. Y paseando en autos de lujo. Los sindicatos, no tengo la menor duda, son un resorte del PSOE. No van a permitir que se le haga el juego a la derecha del Partido Popular. Argumentos poco convincentes en un país en el cual derecha e "izquierda" pactaron el orden postfranquista con mucho franquismo (corporativismo, statu quo) de por medio. Renunciando, hace mucho tiempo, a sus posiciones obreras y anticapitalistas.
Otra vergonzosa "reforma" es la disminución del monto de la indemnización por desempleo. Gracias a esto, tenemos la garantía de que el 20% de desocupación que afecta a España puede verse incrementado dentro de poco. Es realmente un bochorno, una mentira monumental, que se diga que con este tipo de imposiciones se protege al empleo. Pero un apunte. Los socialdemócratas y los conservadores, ambos sostenedores de la democracia burguesa-liberal, siempre pasan, cada cuatro años. Pero los que se quedan con los industriales, los banqueros, y la peor calaña de la burocracia de un estado unitario e imperialista.
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