domingo, 16 de enero de 2011

El tirano de Túnez, derrocado


Por Viorel Lupescu (Enmerkar)
Durante varios días, las manifestaciones contra la corrupción, la miseria y el desempleo, provocaron una violenta represión por parte de las fuerzas de "seguridad". Sesenta y seis muertos es el saldo estimado, hasta el momento, de ciudadanos tunecinos que han sido cruelmente reprimidos por disentir con la política oficial, a manos del clan Trabelsi, del dictador Zine El Abidine Ben Alí, quien era presidente desde 1987 cuando mediante un golpe de estado derrocara al no menos tiranuelo Habib Burgouiba.

Veintitrés años de tiranía han sido clausurados luego de que Ben Ali huyera del país y se refugiara en Arabia Saudí (no me sorprendió para nada que eligiera ese destino). Estados Unidos y la Unión Europea, sus principales sostenes durante todo este tiempo, ahora están expectantes ante lo que se venga. El ex primer ministro de Ben Ali, Mohammed Ghanoushi, ha sido nombrado presidente interino, en un gobierno en el cual el ejército es el protagonista. Una vez más, una "transición democrática" se intentará imponer al pueblo tunecino: pero creo que recordaran que ya se les hizo esas promesas vacias en los años 90, cuando el ex dictador instauró el "multipartidismo", abriendo aparti su do, la Asamblea Constitucional Democrática, al "ruedo electoral". Decisión aplaudida por los yanquis y los franceses, la vieja metrópoli. Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, ya se había mostrado dispuesto a intervenir a favor de Zine Ben Ali. Pero el mismo dictador se dio cuenta de que lo suyo era insostenible.

Impedir que la rebelión popular sea canalizada por la elite oportunista será, indudablemente, la tarea que tienen por delante las fuerzas revolucionarias, como el Partido Comunistas de los Obreros de Túnez, cuya actuación durante la rebelión popular ha sido más que respetable. Tendrá ahora la tarea de dirigir a las masas hacia la celebración de verdaderas elecciones libres, para vencer a todas las fuerzas políticas neocoloniales y cipayas, y llevar a cabo el inicio de la revolución socialista, árabe y popular que tanto necesita el subyugado pueblo de Túnez. Estaré a la expectativa de lo que vaya a suceder en este país norteafricano. Ya el dirigente comunistas Hammadi ha sido liberado, por la presión de las masas populares.

Una apostilla más: ¿sabían que el partido del tirano Zine El Abidine Ben Alí integra la Internacional Socialista?. Otra muestra cabal de qué intereses defiende el club de los revisionistas devenidos en feroces cómplices de la dictadura del capital. Nada de socialismo puede haber en ese club, que también integran el Partido Socialista, y la Unión Cívica Radical argentinas, por caso.

2 comentarios:

P dijo...

Esperemos que el pueblo tunecino tenga esta vez la última palabra y no invadan el país fuerzas extrajeras ni se financien desde el exterior a organizaciones con propensión al golpismo. Hay muchos intereses económicos y geoestratégicos en juego. No creo que EEUU y la Unión Europea opten por una actitud meramente contemplativa.

Observaremos muy atentamente qué pasa. A ver si me equivoco o no.

P dijo...

Se me olvidaba:

¡Salud!