lunes, 31 de mayo de 2010

Los empleados públicos y los trabajadores en general son culpables de la crisis. ¡Que la paguen!



Es lógico que el pueblo, los trabajadores y, sobre todo, los empleados públicos tengamos cargar con el coste de la hipotética crisis financiero-económica, porque todos los datos demuestran nuestra culpabilidad y, por ello, tenemos que pagar.

Aquí están las muestras de nuestra activa participación en la causas de la crisis:

  • Strauss-Kahn, director del FMI, alentador de una “reforma laboral que elimine rigideces”, cobra 420.000€ netos anuales, el equivalente a 25 años de salario de un cartero. Defiende el aumento de la edad de jubilación y rebaja de las pensiones, pero él tendrá una de 210.000€ anuales con sólo dos años de cotización.
  • Trichet, presidente del BCE, partidario de subir los salarios menos que la inflación, se subió en 2009 un 2,5% el suyo, cuando la inflación fue sólo del 0,9%.
  • Fernández Ordóñez, presidente del Banco de España, partidario del aumento de la edad de jubilación, de la reforma laboral y de la reducción del gasto público mantiene en secreto sus retribuciones¡ !Y le pagan un fondo de pensiones aparte, todo con dinero público!
  • Los 2.000 millones gastados en la campaña de Afganistán darían para pagar 62.000 profesores de la pública.
  • Durante 2008, Francisco González, Presidente del BBVA cobró 5.340.000 €, el equivalente a 250 años del sueldo de una comadrona de la sanidad pública.
  • 17.590 millones de euros son los beneficios obtenidos por los cinco grandes de la banca española. Esto equivale a un millón y medio de barrenderos y a casi un millón de años de trabajo de un científico del CSIC.
  • Con la reducción del salario de todos los empleados públicos del país (funcionarios, estatutarios y contratados laborales) se va a ahorrar sólo 3.000 millones de euros, es decir, la sexta parte de esos beneficios de la banca.
  • Medio millón de familias en España son pobres. Para que les llegara un 85% del Salario Mínimo Interprofesional, sólo se necesitarían 2.265 millones de euros, mientras que el Gobierno creó el FROB, en auxilio de bancos y cajas gastando inicialmente 9.600 millones.
  • María Dolores de Cospedal, cobra 230.000 euros como política, es decir, como 6 oncólogos o cardiólogos de la pública, pero, claro su función es más útil.
  • GESTHA1 informa de que en 2005 (último año en que el M. de Economía y Hacienda publicó datos) hubo 88.617 millones de euros de fraude tributario y a la Seguridad Social. Con ese dinero se acabaría el déficit de gasto público social de las comunidades autónomas y sobraría dinero.
  • Defraudan más las rentas superiores: según GESTHA, los empresarios declaran menos de 6.346 euros, es decir, menos que los asalariados. Smos el único país donde los empresarios declaran menos que los trabajadores: las SICAV (las sociedades de los ricos) tributan sólo el 1%, mientras que un empleado público modesto paga un 15%.
  • El importe del eliminado impuesto de patrimonio (1400 millones) es exactamente el coste de la dependencia en las comunidades autónomas.
  • España es uno de los países de la OCDE (junto con EEUU) que más gasta en policía y seguridad. Los países que gastan menos en policía y seguridad, tienen menos desigualdades. Si la desigualdad aumenta, lo hace también el gasto necesario para mantener el orden establecido. Y hay mucho orden que proteger en España.

  • Como se ve, tenemos la culpa de la crisis y por eso tenemos que pagarla. Tenemos la culpa de quedarnos en el paro, de haber atracado a los bancos obligándoles a prestarnos dinero, somos responsables de presionar a nuestros representantes sindicales para que firmen el empeoramiento de nuestras condiciones de trabajo, tenemos que pagar porque no hemos sabido invertir los ahorros que el banco/ caja ha tirado en bonos basura, tenemos que pagar porque hemos decidido trabajar para empresarios y políticos ineptos, tenemos la culpa de votar a unos y que manden otros, y tenemos que pagar porque hemos elegido desde hace décadas a políticos impresentables que, para resolver sus problemas (no los nuestros), emiten deuda pública que los trabajadores tenemos que pagar.

    Menos mal que el mercado financiero (que nadie sabe quién está detrás), tiene razón, y castiga a los responsables, es decir, al pueblo, que sí sabemos quién es.

    Y ¿qué respuesta sindical se le está dando a tanta agresión?:

    Fomentar la desunión y división de los trabajadores, el corporativismo, la servidumbre ideológica y la continuación del pactismo y la tibieza de las convocatorias.

    ¿Hasta cuándo este sin sentido?:

    HASTA QUE LOS TRABAJADORES QUERAMOS TOMAR LAS RIENDAS DE NUESTRAS VIDAS.
    Fuente: madrid.cnt.es

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