No estamos aquí para reclamar sencillamente el acceso a hipotecas o para protestar por las insuficiencias del mercado laboral, aclaran para advertir de que el movimiento nace "de la rabia", sentimiento que genera "imaginación, fuerza, poder ciudadano".
Denuncian que las instituciones que dicen representarlos se han convertido en meros agentes de administración y gestión al servicio de las fuerzas del poder financiero internacional.
La democracia actual, subrayan, emana de corruptos aparatos burocráticos que impiden la participación ciudadana.
Como culpables de la situación actual señalan a quienes contribuyen al descrédito de la política y al rechazo y hastío de la sociedad: el FMI, la OTAN, la UE, las agencias de calificación y, ya en España, partidos como el PP y el PSOE. (PL) El creciente descontento social hacia la clase política española, en plena campaña electoral, se expandió hoy como pólvora con acampadas populares en casi una treintena de ciudades de este país europeo.
Lo que comenzó el pasado domingo con una gran concentración en la madrileña Puerta del Sol, epicentro de las protestas contra los partidos políticos tradicionales, se extiende ya a casi toda la geografía de España, a sólo tres días de las elecciones locales y regionales.
No somos mercancía en manos de banqueros y políticos, proclaman los manifestantes que desde hace cuatro días ocupan las principales plazas públicas de decenas de ciudades para expresar su enojo por la forma en que los gobernantes han manejado la crisis económica.
Los indignados, como se conocen a los miles de ciudadanos -en su mayoría jóvenes universitarios- que de manera espontánea se adhirieron a las inéditas movilizaciones, anticiparon que mantendrán las acampadas hasta después de los comicios de este fin de semana.
Organizado a través de las redes
sociales en Internet, el también
bautizado como movimiento del 15-M, en
alusión a la multitudinaria
manifestación del domingo 15 de mayo,
coloca al sistema político, económico y
social imperante en el centro de sus
críticas.
Consideran que el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el conservador Partido Popular (PP), principal de la oposición, sólo se preocupan de seguir o de alternarse en el poder sin ofrecer efectivas soluciones a los problemas de la gente.
Consideran que el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el conservador Partido Popular (PP), principal de la oposición, sólo se preocupan de seguir o de alternarse en el poder sin ofrecer efectivas soluciones a los problemas de la gente.
Los
desencantados con el actual estado de
cosas propugnan, además, una democracia
más participativa, la abolición de la
monarquía parlamentaria y una reforma de
la ley electoral, que favorece el
bipartidismo (PSOE-PP).
En esa línea llamaron a los españoles a optar, más que por la abstención, por conceder su voto a las fuerzas más pequeñas en la lid del próximo día 22.
Los reunidos en la Puerta del Sol redactaron en las últimas horas un acuerdo plural en el que sientan las bases de sus reclamaciones, reveló este jueves el periódico Público.
En esa línea llamaron a los españoles a optar, más que por la abstención, por conceder su voto a las fuerzas más pequeñas en la lid del próximo día 22.
Los reunidos en la Puerta del Sol redactaron en las últimas horas un acuerdo plural en el que sientan las bases de sus reclamaciones, reveló este jueves el periódico Público.
No
estamos aquí para reclamar sencillamente
el acceso a hipotecas o para protestar
por las insuficiencias del mercado
laboral, aclaran para advertir de que el
movimiento nace "de la rabia",
sentimiento que genera "imaginación,
fuerza, poder ciudadano".
Denuncian que las instituciones que dicen representarlos se han convertido en meros agentes de administración y gestión al servicio de las fuerzas del poder financiero internacional.
La democracia actual, subrayan, emana de corruptos aparatos burocráticos que impiden la participación ciudadana.
Como culpables de la situación actual señalan a quienes contribuyen al descrédito de la política y al rechazo y hastío de la sociedad: el FMI, la OTAN, la UE, las agencias de calificación y, ya en España, partidos como el PP y el PSOE.
Denuncian que las instituciones que dicen representarlos se han convertido en meros agentes de administración y gestión al servicio de las fuerzas del poder financiero internacional.
La democracia actual, subrayan, emana de corruptos aparatos burocráticos que impiden la participación ciudadana.
Como culpables de la situación actual señalan a quienes contribuyen al descrédito de la política y al rechazo y hastío de la sociedad: el FMI, la OTAN, la UE, las agencias de calificación y, ya en España, partidos como el PP y el PSOE.
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